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Segunda jornada UNESCO San Luis debate “Derechos culturales y democracia cultural”
Em 17, Mar 2020 | Em Noticias |
¿Qué entendemos por participación social en la cultura? ¿Qué es, para qué sirve? ¿Cuáles y cuántas son las herramientas de gobernanza cultural en la ciudad de San Luis Potosí? Las preguntas fueron muchas en la segunda jornada UNESCO San Luis, que tuvo lugar el sábado 1 de febrero en el Colegio de San Luis, con el tema “Derechos culturales y democracia cultural”. A lo largo de tres horas, las personas integrantes de las tres mesas de trabajo reflexionaron acerca de temas como gobierno abierto, legislación y reglamentación cultural, participación social e intersectorialidad, participación ciudadana y gobernanza, incidencia y participación en la vida cultural.
La iniciativa, que tiene como objetivo la construcción colectiva de la Carta de la Ciudad de San Luis Potosí por los Derechos Culturales, es desarrollada por la Dirección de Cultura del Gobierno Municipal junto con la representación de la UNESCO en México y la Comisión Estatal de Derechos Humanos de San Luis Potosí. La primera jornada participativa se realizó el 7 de diciembre de 2019 con un conversatorio sobre “Derechos culturales y equidad territorial”. La tercera, a desarrollarse en fechas próximas, tendrá como hilo conductor “Derechos culturales y fomento de la creatividad”.
El conversatorio que dio inicio a la segunda jornada UNESCO San Luis reunió a las mexicanas Liliana López Borbón y Valeria López y los peruanos Paloma Carpio y Diego de la Cruz. Paloma e Diego hablaron sobre participación, articulación e institucionalidad cívica para la incidencia en políticas culturales. Valeria López presentó el Programa Cultura Comunitaria, lanzado hace un año por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México; Liliana López Borbón trató de participación y derechos culturales, derecho a la ciudad, gestión cultural y construcción de ciudadanía, entre otros temas. Este encuentro tuvo transmisión en vivo por Facebook.
La construcción colectiva
Cecilia Padrón Quijano, directora de Cultura del Gobierno Municipal de San Luis Potosí, abrió la jornada en el Colegio de San Luis comentando el interés en “continuar abriendo espacios de intercambio que quizá nunca serán suficientes, pero siempre serán necesarios”, y recordando la experiencia realizada en el municipio con la Mesa Intersectorial y de Diseño para la Gobernanza Cultural (MID), en proceso de evaluación para que se integre a las Buenas Prácticas de la Agenda 21 de la Cultura.
“Que hoy nos convoque el entrecruce de las nociones de democracia y cultura es también producto de un proceso colectivo que sostuvimos desde hace ya dos años”, comentó la directora. “Cuando nos dimos cita para construir los cuatro sentidos de la política cultural local, aquello fue un proceso nutrido, que nos posibilitó identificar rutas a recorrer, y sobre todo nos permitió reconocer la importancia de diseñar e implementar modelos de gestión compartida.”
Según ella, la Carta de la Ciudad por los Derechos Culturales es el preámbulo de lo que podría ser un nuevo marco legal de la cultura y derechos humanos para el municipio. “Imaginamos que una de sus búsquedas principales será la creación de un reglamento y de un consejo ciudadano de cultura representativo, autónomo y vinculante, transparente y de convocatoria abierta, que nos permitirá seguir avanzando en el proceso de democratización y ampliación del ejercicio de los derechos culturales”, señaló.
Un proceso de largo aliento
Antes del inicio del conversatorio, el coordinador técnico de las jornadas UNESCO San Luis, Gerardo Daniel Padilla, comentó el momento en que se encuentran en el proceso de planeación participativa de la política cultural local. Este proceso de largo aliento empezó en octubre de 2018, con encuentros de trabajo donde se recopilaron las aportaciones de 276 personas y se establecieron los cuatro sentidos de política cultural que el gobierno municipal hoy procura instrumentar: 1) Derechos culturales, 2) Equidad territorial, 3) Democracia cultural; 4) Fomento a la creatividad.
Recapitulando, Padilla recordó el ingreso de San Luis Potosí en la Red IberCultura Viva de Ciudades y Gobiernos Locales, durante el 3º Encuentro de Redes IberCultura Viva (en mayo de 2019, en Buenos Aires, Argentina), y el compromiso asumido de crear y articular programas y políticas culturales de base comunitaria en territorio municipal. Asimismo, citó la firma del convenio, en agosto de 2019, entre el gobierno municipal, la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Representación de la UNESCO en México, que resultó en la realización de estas jornadas UNESCO San Luis: “Hacia la construcción de una Carta de la Ciudad por los Derechos Culturales”.
La construcción de la Carta de la Ciudad de San Luis Potosí sigue una de las herramientas que la Dirección de Cultura adoptó como guía: la hoja de recomendaciones de la Comisión de Cultura de la Organización de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la Agenda 21 de la Cultura. La Carta de la Ciudad, además, se fundamenta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. También considera experiencias de otras ciudades, como Mérida, la primera de México que tuvo una iniciativa en este sentido, y Ciudad de México, que recientemente lanzó su Ley de Derechos Culturales de Habitantes y Visitantes.
“Estamos en la primera fase del proceso, de recopilar información, nutriendonos para saber hasta dónde pueden ir los contenidos de esta carta”, afirmó el coordinador de las jornadas participativas, resaltando que en 2020 habrá una serie de acciones importantes, como la convocatoria a grupos focales, la celebración de asambleas culturales y el llamado a universidades para la instalación de un comité académico.
Las próximas acciones
Las sesiones con los grupos focales, previstas para abril/mayo, tienen el propósito de integrar a las mesas de trabajo a personas, comunidades y grupos de atención prioritaria o en situación de vulnerabilidad (niñas, niños y adolescentes, jóvenes, mujeres, pueblos originarios, migrantes, comunidad LGBT+, adultos mayores y personas con discapacidad). Las asambleas culturales comunitarias, a su vez, reunirán vecinas y vecinos que habitan en colonias y localidades de la periferia para imaginar y esbozar posibles guías prácticas que faciliten el uso comunal de la carta.
La idea de contar con un cuerpo académico busca compatibilizar los contenidos del documento con el marco jurídico local, estatal y nacional vigente en materia de cultura y derechos humanos. “Queremos llamar a especialistas del campo del derecho constitucional, internacional, cultural, que nos digan cómo estos insumos que estamos recuperando puedan transitar por la legislación”, explicó Padilla.
También está previsto para mayo un taller para estructurar las propuestas recepcionadas en las mesas de trabajo bajo las perspectivas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Después la UNESCO deberá se encargar de conciliar el primer borrador de la Carta de la Ciudad con sus convenciones en materia de cultura y la Recomendación General 21 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas.
Las conclusiones de la segunda jornada
En esta segunda jornada UNESCO San Luis, las mesas de trabajo siguieron la división temática del encuentro anterior (“Derechos culturales”, “Identificación de prioridades” y “Propuestas de acción”), y algunos puntos fueron recurrentes en los tres grupos. En la plenaria que se realizó al final de la jornada, los grupos presentaron sus conclusiones, comentaron las problemáticas encontradas y sugirieron algunas soluciones.
Jesús Hernández resumió una recomendación de los equipos, de que la identificación de las prioridades y problemáticas debería estar no solo enmarcadas en los territorios, sino en la dualidad territorio-sujeto. “A veces nos referimos a los territorios como seres abstractos, y no como entes vivos, como personas viviendo y produciendo”, resaltó. “Es importante reconocernos en estos territorios, en estos espacios, en estos problemas.”.
Hernández habló también de las dicotomías Estado-comunidades (o dominación cultural-visión tradicional) y de cómo en el medio se encuentra una serie “de expresiones, de alternativas, de olvidos, de invisibilidades, de impronunciabilidades”. “Ahí hay personas, hay vidas, tenemos que ver la cosa como un gradiente, como una policromía de expresiones, y no solo como dualidades y dicotomías contra lo que hace el gobierno y lo que hacemos nosotros, cómo se ‘nosotros’ fuese una posición forzosamente contraria o contrahegemónica”.
Josué Rodríguez Santiago (My World México), a su vez, mencionó el tema de la formación como recurrente en todas las mesas. “Hace falta sensibilizar tanto a funcionarios públicos como la ciudadanía. Se habló mucho de generar espacios de formación, incluso espacios basados en la Carta de la Ciudad por los Derechos Culturales”, afirmó. La construcción de alianzas (el papel de la academia, cómo se agregar el sector privado, etc) fue otro tema muy comentado en la mesa dirigida a las propuestas de acción.
Entre las problemáticas citadas por los/las participantes estaban la falta de pedagogía política y la democratización de los espacios públicos, así como la percepción de que no comparten el mismo concepto de cultura del imaginario colectivo. Algunas de las soluciones propuestas fueron: “una agenda abierta del espacio público”, “políticas públicas legibles”, la construcción de una definición compartida de cultura en el territorio, y la conformación de comités de participación ciudadana y vigilancia, “observatorios ciudadanos en materia de cultura”.
Identificación de prioridades
En la mesa 2, orientada a la identificación de prioridades, fueron tomadas como referencia algunas recomendaciones que hace la Agenda 21 de la cultura en materia de gobernanza cultural. Con este equipo lo que se hizo primero fue poner en común los conceptos clave (políticas públicas, política cultural, gobernanza) para después analizar cada una de las recomendaciones de la Agenda 21 y ver cual su pertinencia y su relevancia en el contexto local.
“En esta análisis de prioridades ubicamos nueve puntos que tienen que ver con la importancia de la participación de la sociedad civil para la diversidad de las expresiones, para que todas las voces sean escuchadas y tomadas en cuenta desde una perspectiva cultural”, contó Yolanda, una de las participantes en la sesión plenaria. “Hablando en términos un poco más técnicos, diseñar mecanismos de evaluación, que no solamente haya un consejo, sino que también haya un organismo que pueda vigilar o cuidar que lo que se está planteando pueda ser realizado. Y facilitar el acceso a estos mecanismos de evaluación, hacerlos accesibles, digeribles”.
Además de la creación de un observatorio ciudadano que monitoree el quehacer de las instituciones culturales, y que se vincule con los mecanismos de evaluación, Yolanda citó prioridades como: “reconocer y dignificar la importancia de participación de artistas, colectivos y asociaciones para el desarrollo cultural comunitario”; “diseñar e implementar una política cultural de largo alcance, que no sea solo una cuestión administrativa”; “ampliar la perspectiva de género a otras comunidades, hablar de infancia, pueblos originarios, adultos mayores, discapacidades, entre otros”; “facilitar políticas o programas que apoyen la participación de los ciudadanos en la gestión de las instalaciones”.
Según Marisela Reyna, el grupo consideró muy importante que la Dirección de Cultura ponga énfasis en la aplicación de estos puntos que menciona la Agenda 21 en la Carta de la Ciudad por los Derechos Culturales. “Es un espacio que no se ha trabajado en San Luis Potosí, y que nos ha dado una visión más esperanzadora. Definitivamente, la participación activa de la sociedad es algo importantísimo. Que conozcamos los lineamientos que van adoptar la Carta de la Ciudad, y que esto siga y concluya en una fuerte promoción para nuestra localidad, porque tenemos mucho que ofrecer.”
Catalogación y reglamentación sobre derechos culturales
El tercer grupo que presentó sus conclusiones hizo saber del desconocimiento “casi generalizado” de lo que son los derechos culturales, y la necesidad de reglamentación o implementación de marcos jurídicos que permitan el acceso pleno, libre y participativo a toda la sociedad. La descentralización de las actividades culturales fue otro tema citado, así como la inclusión y participación con perspectiva de género e identidad (“Es necesario tener esta conciencia y buscar que los espacios culturales sean generadores de un cambio”).
Entre los hallazgos, se mencionó la posibilidad de una campaña que permita a los ciudadanos conocer sus derechos (para “proteger, respetar, promover y garantizar la accesibilidad a los derechos culturales”), y se diferenció “democratización de la cultura” de “democracia cultural” (“Democracia cultural es la que ejercen los ciudadanos, desde su más amplia visión, y democratización de la cultura es lo que se maneja a través de las instituciones”). El grupo también apuntó que a los agentes culturales les cuesta mucho trabajar su quehacer en tónica de derechos, que es difícil asumirse como sujetos sociopolíticos.
Las propuestas coincidieron con otras mesas en algunos puntos, como la creación de mecanismos de participación que disminuyan la brecha de género y las brechas económicas de poblaciones vulnerables; que los mecanismos de participación de grupos específicos (infancia, diversidad sexual, discapacidades, etc) sean conocidos por personas propias de la comunidad; que la participación no se reduzca a la consulta, sino también a la toma de decisiones. También se habló de vincular el ámbito ecológico y medioambiental a la dimensión cultural; garantizar la participación y derechos de comunidades migrantes, y definir un glosario y un marco conceptual para tener un lenguaje común en legislación, reglamentación y políticas.
Revisa la Memoria de Actividad de la Jornada 1: Equidad Territorial: https://www.laculturaesunderecho.org/jornada-1
Conoce más sobre la iniciativa: laculturaesunderecho.org
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(*) San Luis Potosí es una de las municipalidades integrantes de la Red IberCultura Viva de Ciudades y Gobiernos Locales. Conoce más sobre la red en https://iberculturaviva.org/rede-de-cidades/