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Experiencias

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Por IberCultura

Em09, Dic 2022 | Em | PorIberCultura

Colectivo Justina: un Punto de Cultura en la frontera entre lo ancestral y lo comunitario

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Fundado en 2016, el Punto de Cultura Justina es un colectivo de arte comunitario y ancestral con sede en Aparecida de Goiânia (Goiás, Brasil) y que se articula en red con artistas y grupos de diferentes regiones brasileñas y países latinoamericanos. En los últimos años, el colectivo ha realizado actividades de formación, investigación y circulación artística en los estados de Goiás, Ceará, Maranhão, São Paulo y Minas Gerais y en el Distrito Federal. También ha pasado por intercambios de experiencias con organizaciones comunitarias, escuelas, universidades y asociaciones de vecinos en Argentina, Ecuador, Bolivia y México. 

Uno de los intercambios más recientes resultó en un espectáculo llamado 1888, una coproducción con el grupo de teatro El Masticadero, de Cochabamba (Bolivia). La obra, escrita por Takaiúna, actriz, educadora artística y fundadora del Colectivo Justina, tiene dirección de la boliviana Claudia Eid Asbún y gira en torno a una mujer negra, curandera, que vive en 1888 (año en que se abolió formalmente la esclavitud en Brasil) y, con sus hierbas, busca curarse a sí misma, a las generaciones pasadas y futuras. ¿Su nombre? Justina.

El nombre que bautiza al personaje del espectáculo y también el Punto de Cultura proviene de la bisabuela de Takaiúna. Maria Justina da Glória fue la matriarca de la segunda generación de la familia después de 1888. El colectivo que la homenajea nació en 2016, durante el proyecto de investigación y extensión “Memorias de nuestra infancia negra”, en la Universidad Federal de Goiás. En este proyecto, Takaiúna se unió a su madre, Brazimar Rodrigues, para crear un taller que contemplaba la narración de historias africanas. Takaiúna era quien narraba las historias con muñecos elaborados por Brazimar especialmente para este taller, que se desarrolló en varias escuelas e instituciones en 2016 y 2017.

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Experiencias iberoamericanas

Los muñecos que aparecen en el cortometraje Ancestralidade, uno de los ganadores del concurso de video lanzado por el programa IberCultura Viva en 2020, también fueron realizados por Brazimar. En un ejercicio de reconstrucción de una memoria-historia afrobrasileña, Takaiúna saluda la fuerza femenina que trasciende espacios, tiempos, territorios y que viene transmitiendo saberes, en este video en el que las muñecas representan no solo a su bisabuela Justina, sino también a las mujeres negras que la precedieron y las que llegaron después.

En 2020, además de estar en la lista de ganadores del concurso de videos del programa con el corto Ancestralidade, Takaiúna representó al Colectivo Justina en el 4º Encuentro de Redes IberCultura Viva, como una de las personas invitadas del conversatorio “Educación popular, arte y transformación social”. Su participación consta en el libro “Redes en la red: Relatos del 4º Encuentro de Redes IberCultura Viva”, organizado por la Alcaldía de Medellín (Colombia) y lanzado por el programa en octubre de 2022, durante el 5º Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria.  

Participantes del conversatorio «Educación popular, arte y transformación social», en septiembre de 2020

 

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Con la boca abierta

En la publicación, que reúne extractos de la conversación realizada por videoconferencia el 22 de septiembre de 2020, Takaiúna habla sobre la importancia de contar nuestras historias, y de cómo los artistas en comunidad construyen sus dramaturgias. “Las calles, las murallas, las ciudades también necesitan nuestra forma de pensar y ver el mundo. Esta es una acción comunicadora, necesitamos estar con la boca abierta, cantando, interpretando nuestros textos, siempre con la boca abierta”, afirma la fundadora del Colectivo Justina.

En su intervención en el 4º Encuentro de Redes, ella dijo que aprendió el significado de la palabra “cuerpo” cuando tenía 12 años, el día que su hermano llegó a casa diciendo que su padre y su tío habían encontrado el cuerpo de un hombre en las tierras del granjero donde trabajaban. Y pese a que trataron de disuadirla, diciéndole que olía mal y tenía la boca abierta, ella insistió, lloró y pataleó, para que la llevaran al velorio, pues quería a toda costa ver el cuerpo. Quería oler el hedor, ver la boca abierta.

“Cuando finalmente pude ver el cuerpo, la boca abierta, imaginé que el hombre estaba hablando cuando murió. Pensé en las palabras que se podrían decir con la boca bien abierta e intenté emitir sonidos, pero sabía que no podía encontrar ninguna palabra frente a mi madre, y caminamos en silencio de regreso a la casa. (…) Cuento esta historia porque sabemos que otras personas quedaron con la boca abierta. Estaban denunciando, gritando, cantando, cuando brutalmente fueron alcanzadas por la muerte. Estas personas estaban enseñando algo, estaban tratando de enseñarnos -con sus propias vidas- que nosotros podemos morir con la boca abierta. El hecho de morir con la boca abierta siempre deja a alguien impresionado. Que este alguien tenga como marca seguir contando la historia”.

Según ella, “necesitamos aprender, al mismo tiempo que enseñamos a nuestros niños, adolescentes, jóvenes, a la gente de nuestra comunidad en general, lo que tanto ha enseñado Paulo Freire: a escuchar. A escuchar nuestros territorios. Porque toda acción artística que surge de escuchar a la comunidad inspira a personas de diferentes edades a realizar un cambio que será educación, será arte, será transformación. Necesitamos compartir nuestras historias, compartir nuestras vidas”.

Takaiúna en Quito, durante el 3º Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria

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Arte comunitario

Actriz y arte-educadora comunitaria durante más de 20 años, Takaiúna se inició en el teatro amateur en 1999, participando del Grupo de Teatro Repensar, donde permaneció hasta 2004. Durante 15 años colaboró ​​con el Punto de Cultura Cidade Livre, habiendo sido presidenta de la institución durante ocho años. La Asociación Sociocultural Cidade Livre fue creada en 2004, en Aparecida de Goiânia, por profesores, estudiantes universitarios, funcionarios y personas de la comunidad que decidieron armar un grupo para desarrollar el trabajo socioeducativo y artístico en las escuelas públicas de la periferia. 

Como representante del Punto de Cultura Cidade Livre, Takaiúna participó en el 3º y el 4º Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria, realizados en 2017 y 2019 en Ecuador y Argentina, respectivamente. También recibió una beca para el Curso de Posgrado en Políticas Culturales de Base Comunitaria, que la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Argentina) realiza desde 2018 en conjunto con IberCultura Viva. El curso “Dramaturgias poscoloniales y formas de compartir”, que ella y Pablo Lopes inscribieron en 2019 en el Banco de Saberes Culturales y Comunitarios IberCultura Viva, es el resultado del proyecto que ella presentó al final del curso de Flacso.

Sociólogo y gestor cultural que “investiga y produce poéticas políticas decoloniales”, Pablo Lopes ingresó al Colectivo Justina en 2019, cuando el grupo presentó el espectáculo Canta Memorias, con el que iniciaron actividades integradas con la investigación de la cultura popular brasileña. Entre 2015 y 2018 él fue gestor del Teatro de Bolso Cidade Livre, en la ciudad de Aparecida de Goiânia. También actuó como consejero municipal de Cultura (2017-2019) y uno de los coordinadores del Punto de Cultura Cidade Livre, siendo responsable de talleres y cursos de movilgrafía (fotografía con dispositivos móviles), por la Muestra Latinoamericana de Teatro Cidade Livre y por el Seminario de Políticas Públicas que el Punto de Cultura realizaba cada dos años. 

Taller de teatro comunitario del Punto de Cultura Cidade Livre (Foto: Pablo Lopes)

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Ejercicios de experimentación

Con una serie de actividades desarrolladas de manera colaborativa, el Colectivo Justina se ha consolidado, teniendo como práctica estético-política el ejercicio de experimentación en diversos segmentos artísticos y culturales, de la artesanía al teatro, del audiovisual a la literatura. En abril de 2021, el colectivo lanzó, con la editorial Goiânia Clandestina, la Revista Cultural Justina, que aborda temas relacionados con el arte comunitario, la ancestralidad y la literatura. En cinco meses, más de mil ejemplares fueron impresos y distribuidos a librerías, Puntos de Cultura, lectores y lectoras en 10 estados brasileños. 

Junto a la editorial Goiânia Clandestina, Takaiúna también lanzó en mayo de 2021 su primer libro de cuentos, Boca aberta. Escrito durante el período de aislamiento social por la pandemia de Covid-19, este libro sobre la infancia, la familia, la vida y la muerte tiene como ámbito la interioridad, los espacios afectivos e imaginarios de la autora, y la relación que los personajes establecen con ella. 

Actualmente, el Colectivo Justina viene montando espectáculos en sociedad con grupos como Núcleo 2, de Uberlândia (Minas Gerais), y Ludos, de Goiânia (Goiás). Y ha llevado consigo estas obras en sus andanzas por diferentes comunidades del continente. “El arte comunitario en América Latina es algo que camina, a pesar de todo”, dijo Takaiúna en septiembre de 2022, cuando presentó en Cochabamba (Bolivia) la obra Dr. Raimundo, una coproducción entre el Colectivo Justina y el Teatro Ludos. 

Presentación de la obra «Dr. Raimundo» en Cochabamba

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Cicatrices de la colonización 

1888, el espectáculo más reciente, también se creó en Cochabamba, con el grupo de teatro El Masticadero. Dirigido por la boliviana Claudia Eid Asbún, el espectáculo presenta a Takaiúna como dramaturga y actriz y es el resultado de una investigación en curso sobre las narrativas de las mujeres afroindígenas en América Latina. Cuestiones sobre la ancestralidad, la medicina ancestral, lo femenino y las relaciones con la naturaleza cruzan la trama.

“La obra se desarrolla en el universo de la medicina ancestral, que conecta tanto a Bolivia como a Brasil. Durante la presentación, cuestiones en común nos ayudan a darnos cuenta de que somos una sola región que vive las cicatrices de la colonización”, dice Takaiúna, que este año inició un proceso de formación en dramaturgia junto con Claudia Eid. “Armar un texto autoral era un sueño que tenía guardado desde hace mucho tiempo; poder lograrlo es un logro tanto personal como colectivo”, comenta.

Durante el proceso de construcción de la obra, los investigadores buscaron una escritura que pudiera ser como una red, para tejer las memorias de la actriz afrobrasileña con la experiencia de ser mujer negra en América Latina. Los “elementos puente”, término acuñado por la actriz para definir los elementos escénicos que tienen una cosmología común en América Latina, se cruzan y se personifican en el personaje de Justina, una curandera que vive en Brasil en 1888.

Las cuestiones presentadas en escena reconocen las huellas de la estructura de esclavitud a la que están sometidos los cuerpos de las mujeres negras en América Latina. “Se enfrentan a la violencia física, psicológica, simbólica y al borrado constante de sus memorias ancestrales. La desvalorización del conocimiento de las hierbas y de las oraciones es uno de esos olvidos forzados”, afirma Takaiúna.  

El espectáculo tuvo una primera lectura dramática en Cochabamba y cuatro presentaciones en ciudades del estado de Goiás (Aparecida de Goiânia, Bonfinópolis y Senador Canedo) entre el 21 de noviembre y el 10 de diciembre de 2022.

Claudia Eid y Takaiúna en los ensayos del espectáculo «1888» en Cochabamba, Bolivia

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Conoce más sobre el Punto de Cultura Justina

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