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Mesa Lenguas

08

Mar
2022

Em Noticias

Por IberCultura

Mesa de Lenguas Indígenas se reúne por primera vez para discutir propuestas para la 12ª Reunión del Consejo Intergubernamental

Em 08, Mar 2022 | Em Noticias | Por IberCultura

La primera reunión de la Mesa de Lenguas Indígenas del programa IberCultura Viva se desarrolló de modo virtual, el jueves 3 de marzo, con la intención de comenzar a formular un taller para ser presentado en la 12ª Reunión del Consejo Intergubernamental, que se realizará en México los próximos días 24 y 25 de marzo. Este taller, programado para el segundo día del encuentro, será presencial y tendrá una hora y media de duración. Allí se confeccionarán las directrices de un plan de trabajo que incluye el lanzamiento de convocatorias con vistas al fortalecimiento, reconocimiento y promoción de las lenguas de los pueblos originarios, conforme lo previsto en el Plan Operativo Anual (POA 2022) en su Objetivo Estratégico 3.

Estas iniciativas fueron pensadas como algunas de las acciones del programa IberCultura Viva promovidas en el marco del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo (IDIL 2022-2032), proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo de este decenio es garantizar el derecho de los pueblos indígenas a preservar, revitalizar y promover sus lenguas, e integrar los aspectos de la diversidad lingüística y el multilingüismo en los esfuerzos de desarrollo sostenible. 

El primer encuentro de esta mesa de trabajo contó con la presencia de Alejandra Padilla Pola y Manuel Trujillo García, de la Dirección General de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura de México; Viviana Cortés, de la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Cultura de Colombia; Mariela Muñoz, de la Dirección de Apoyo a Espacios Culturales de la Secretaría Nacional de Cultura de Paraguay; Alma Rosa Espíndola, Ixel Hernández y Almandina Cárdenas, del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) de México, además del equipo de la Unidad Técnica de IberCultura Viva. 

Alejandra Padilla, directora de Promoción, Formación y Desarrollo de la Dirección General de Vinculación Cultural, dio inicio a la reunión en representación de la presidencia del programa y comentó que en principio se pensó en dos líneas de trabajo: por un lado, la traducción de los instrumentos del programa a lenguas indígenas, y por otro, la publicación de obras en lenguas indígenas traducidas al español y el portugués. Para la primera línea el POA 2022 tiene asignados recursos por 4,5 mil dólares, y para la segunda, 12 mil dólares. Esta planificación, sin embargo, puede ser modificada si el Consejo Intergubernamental así lo decide, a partir de lo que propone esta mesa de trabajo.

Conforme explicó el secretario técnico de IberCultura Viva, Emiliano Fuentes Firmani, en el caso de que los valores resulten bajos para las convocatorias inicialmente pensadas y/o la mesa de trabajo llegue a la conclusión de que otras acciones serían más apropiadas, el monto de 16,5 mil dólares previsto en el POA para este año podrá ser redireccionado a lo que se proponga finalmente en el taller del 25 de marzo. “Uno de los desafíos que tenemos es la diversidad territorial que abarca el programa, las grandes comunidades lingüísticas que lo integran”, afirmó Firmani, resaltando que cada país tiene una trayectoria importante en eso y puede ayudar a pensar cuál sería la mejor forma de abordar esta temática.

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Fortaleciendo las lenguas nativas

En Colombia, el Ministerio de Cultura presentó el día 21 de febrero el Plan Decenal de las Lenguas Nativas, herramienta que busca proteger y preservar las 68 lenguas de los grupos étnicos del país, dando cumplimiento a la Ley 1381 de 2010. Como destacó Viviana Cortés en la reunión, en su país se consideran como lenguas nativas tanto las lenguas indígenas como las lenguas criollas (habladas por grupos afrodescendientes) y la lengua Rrom, hablada por las personas gitanas. 

Según ella, el plan de 10 años de fortalecimiento, promoción y reconocimiento de lenguas nativas -que acaba de ser promulgado con una resolución ministerial- partió de la concertación con las comunidades afrodescendientes, gitanas y los pueblos indígenas. Fueron dos años de trabajo para la configuración de este mecanismo, algo que ya estaba planteado desde 2010, pero que solamente ahora se presenta como un documento concertado, con líneas de trabajo claras y un presupuesto anual.

Dentro de esta concertación también se pudo crear, con el Ministerio de Educación, una tabla de cualificación de los y las traductores e intérpretes de lenguas nativas. “Ha sido muy importante poder certificar estas personas, decir que son hablantes del Nasa yuwe, del Wayuunaiki, y que eso sea algo reconocido como un saber, no solo una curiosidad”, comentó Viviana Cortés. “La tabla de cualificaciones ha sido aprobada, ahora falta afinar bien los mecanismos de enseñanza de las lenguas que se vayan cualificando”.

La representante del gobierno colombiano propuso, además, la realización de un diagnóstico sobre la situación de las lenguas nativas en los países integrantes del programa, especialmente en relación a la divulgación, como se busca hacer en Colombia, para que las lenguas no sean solamente importantes para los hablantes, sino para toda la población. “Conocer lo que tenemos en cada país y poder divulgarlo es importantísimo; podría ser un propósito en el Espacio Iberoamericano. Pero solamente el acceso a la información de lo que hay en los países -en medios audiovisuales, legislaciones, reglamentaciones, etc.- ya es un importante instrumento de apropiación de las lenguas indígenas o nativas”, opinó.

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La salvaguardia del patrimonio

En Paraguay, país que tiene dos idiomas oficiales (el castellano y el guaraní) y 19 pueblos indígenas, también hay una ley de lenguas (Ley 4251 de 2014), haciendo hincapié en la importancia de enseñar las lenguas originarias de cada pueblo, conforme contó Mariela Muñoz en su intervención. Según ella, la Secretaría Nacional de Cultura ha trabajado de cerca con la Secretaría Nacional de Políticas Lingüísticas en la salvaguardia de las lenguas que están en vías de extinción, y el Ministerio de Educación, por medio de la Dirección de Educación Indígena, también ha aplicado esta ley para que los pueblos reciban educación en sus propias lenguas, para no perderlas. 

Mariela Muñoz mencionó, además, algunas acciones puntuales que se han desarrollado en su país y que podrían ser compartidas como ejemplos de buenas prácticas en la salvaguardia de las lenguas. “Hace poco perdimos una de las abuelas guanás, que era una de las últimas hablantes de esta lengua, pero quedó un registro. Esta es una experiencia que se podría compartir: cómo se ha ido visibilizando la importancia de las lenguas en la primera infancia, en la escuela, cómo los abuelos y abuelas pueden transmitir eso. Hemos tenido por parte de los pueblos indígenas una demanda importante para resguardarnos las lenguas a través de audiovisuales, de diccionarios, etc. Son cosas que están en estudio”, señaló.

Para ella, el gobierno paraguayo ha tenido una buena experiencia con lo que fue el Año Internacional de las Lenguas Indígenas (2019), “cuando nos dedicamos sobre todo a visibilizar la diversidad de lenguas indígenas y la riqueza cultural que eso implica para el Paraguay”, y ahora, con las acciones de cooperación que se desarrollarán en torno al Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo, los países tendrán una gran oportunidad de dar visibilidad a la riqueza cultural que tenemos en el Espacio Iberoamericano.  

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Una nación pluricultural                                                            

Al compartir la experiencia que ha tenido México, Almandina Cárdenas comentó que se reconocen 68 lenguas indígenas en el país, y que el reconocimiento institucional de que México es una nación multicultural -con su pluralidad sustentada en los pueblos indígenas- se dio con la reforma constitucional del 14 de agosto de 2001. La Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para, entre otras cosas, “preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyan su cultura e identidad”. 

“Este cambio en la Constitución marca un cambio de ruta de la política de lenguaje. A partir de ahí empieza a haber nuevas instituciones, nuevas leyes, la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, la creación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, la creación de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe (CGEIB)”, contó la coordinadora general de Políticas Lingüísticas del INALI. Según ella, anteriormente el Estado mexicano había dirigido los esfuerzos a castellanizar a la población de habla indígena, una dirección que hoy en día se intenta cambiar. 

En este contexto, el trabajo del INALI, que es el organismo público del Estado mexicano para atender el tema, está dirigido a tres grandes líneas: 1) la divulgación de la diversidad linguïstica a la sociedad en general; 2) el trabajo con las instituciones para impulsar el acceso a los derechos lingüísticos, y 3) el trabajo con las comunidades indígenas en el desarrollo de las normas de escritura de sus lenguas, gramáticas, diccionarios, léxicos especializados, traducciones, proyectos de desarrollo lingüístico, de revitalización lingüística, etc.

“Desde el INALI, como la instancia que encabeza este tema que en realidad nos compete a todos, estamos impulsando que el eje rector del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas, por lo menos en México, sea garantizar este principio que está en la Declaración de Los Pinos, que es la centralidad de los pueblos indígenas. ‘Nada para nosotros sin nosotros’ es el lema. Desde esta perspectiva lo que hemos buscado es la vinculación directa y cercana con los hablantes, no como informantes, no como receptores de programas, no como traductores, sino como los actores protagónicos en la definición de programas de desarrollo de sus lenguas”, señaló la coordinadora.

Para ello, el INALI ha propuesto la figura de un consejo de planificación lingüística, pensando que el ideal es que cada lengua tenga su propio consejo, y que estos sean liderados por lingüistas, antropólogos, intelectuales indígenas en general, que ya tienen mucho tiempo haciendo un trabajo comprometido para el desarrollo de sus lenguas sin el respaldo del Estado. “La idea es que ahora tengan este respaldo para seguir haciendo este trabajo con la colaboración de los gobiernos de todos los niveles (municipal, estatal y federal)”, agregó Almandina. 

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Algunas propuestas para el taller

Enseguida a las intervenciones para la presentación de las acciones desarrolladas por los gobiernos de México, Paraguay y Colombia, Alejandra Padilla Polla y Emiliano Fuentes Firmani preguntaron a las participantes de la reunión cuáles serían, en su opinión, las acciones acertadas para proponer en el taller del 25 de marzo.

“Estamos buscando una herramienta que podamos proyectar una estrategia para todos los países (no necesariamente todos al mismo tiempo), que podría segmentarse. ¿Qué podría ser más provechoso? ¿Podría ser la difusión, que apareció en común en varias de las intervenciones? ¿Cuáles son los instrumentos que han utilizado? ¿Tiene sentido traducir los documentos de IberCultura Viva a las lenguas nativas?”, preguntó el secretario técnico de IberCultura Viva.

Para Viviana Cortés, la traducción de los documentos de IberCultura Viva a lenguas nativas sería muy costosa y la utilidad sería discutible. “No es una acción afirmativa suficiente. En Colombia consideramos que la divulgación es una herramienta de reconocimiento importante”, afirmó. En ese sentido, ella propone un primer objetivo para  plantear en el taller de México: cómo lograr una estrategia de divulgación, de difusión, tanto de la importancia de las lenguas indígenas y nativas, como de los instrumentos y documentos (¿qué hay?, ¿quiénes son?, ¿qué premios se les dieron a las personas hablantes?). Se podría, por ejemplo, dar circulación a los mapas sonoros de lenguas lingüísticas, ya armados por los países.

Abonando a la propuesta de Viviana, Mariela Muñoz comentó que podría realizarse un repositorio digital para recuperar los trabajos realizados desde los países -libros, documentos, investigaciones, etc- y tenerlos disponibles en la plataforma del programa IberCultura Viva. “Tener acceso a estos materiales en un sólo lugar va a visibilizar la diversidad lingüística y valorizar el trabajo de investigación de personas indígenas o no indígenas, instituciones y universidades”, expresó. 

Para ello, el programa podría empezar por el reconocimiento del trabajo realizado en los países, con una presentación de lo que han hecho los últimos años en materia de investigación y salvaguardia de las lenguas. En Paraguay, la Secretaría Nacional de Cultura ha apoyado, por ejemplo, el lanzamiento de un libro que recopila 10 años de trabajo de dos lingüistas, y realizado la recopilación de podcasts en diferentes lenguas, que permiten llegar a la población en general, no solamente a las personas especialistas. 

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Muchas necesidades, pocos recursos

Almandina Cárdenas, a su vez, indicó que coincide con la representante de Colombia en relación a las traducciones de documentos del programa. “Es mucho esfuerzo con un impacto no realmente útil”, comentó. “Hay muchas necesidades, y si son pocos los recursos, conviene enfocarse en proyectos que van a tener un impacto importante. Sabemos que estas lenguas están en riesgo, y para que sobrevivan tiene que haber condiciones favorables desde las instituciones del Estado, así como de la sociedad en general, pero si los miembros hablantes no están convencidos de querer transmitir su lengua, de trabajar en su fortalecimiento de su uso, poco importa que el resto de la sociedad o que las instituciones hagan acciones. Creo que dirigirnos directamente a las comunidades sería más pertinente y más urgente”. 

Desde la experiencia del INALI, según ella, se ha detectado que hay una necesidad de formación, de capacitación, para que las personas hablantes sepan cómo promover la revitalización y el uso de sus lenguas. Asimismo, hay una necesidad de recursos económicos para proyectos de estas mismas comunidades. “Hay muchos proyectos interesantes, muy buenos, que muchas veces no logran avanzar por falta de recursos. Son programas de radio, materiales didácticos, proyectos de revitalización, como construcción de nidos de lenguas, en fin, hay muchas iniciativas que carecen de recursos”, afirmó.

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Cómo llegar a las comunidades

Como el programa ha tenido dificultades para llegar a las comunidades indígenas, Emiliano Fuentes Firmani explicó que originalmente este objetivo estaba enmarcado en una idea de difusión más general, como una forma de sensibilización para poder aportar al reconocimiento. Ya que el plan inicial de hacer traducciones se mostró inviable, él comentó que le pareció clara la idea de pensar en repositorios y poner en valor los trabajos ya realizados en los territorios nacionales, pero dejó algunas preguntas para las participantes de la mesa. “En el caso de que pudiéramos avanzar con las comunidades hablantes, ¿cuáles serían los instrumentos que podríamos llevar adelante desde el programa? Y ¿cómo llegaríamos desde el programa ante la diversidad de los países?”

Almandina mencionó que podría tratarse de una convocatoria para una beca o capacitación o seminario regional, iberoamericano. Para Viviana, los fondos del programa serán útiles si fortalecen los que se trabaja en los países, considerando el nivel local. Según ella, en una primera etapa los fondos podrían dividirse equitativamente por los países para que cada uno realizara instancias de formación que encuentre necesarias. 

Alma Rosa Espíndola señaló la importancia de poner foco en el hablante, porque cada país tiene sus recursos y su camino realizado. Según ella, se debería pensar qué buenas prácticas interesa al programa visibilizar, y que eso no sea tan amplio porque tampoco hay mucho recurso. “Buenas prácticas con respecto a los trabajos comunitarios para normalizar su escritura, por ejemplo. Si nos interesan las buenas prácticas de revitalización, ¿qué ejercicios hay en Iberoamérica para revitalizar las lenguas indígenas? Se habría que focalizar muy bien, y en efecto apoyar a las comunidades para que llegue la información. En el caso de México, existe un sistema de radiodifusoras indígenas del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), hay radios comunitarias, tenemos vínculo con ellos.” 

Para Alma Rosa, el foco del trabajo podría ser llegar a la población indígena y reconocer las buenas prácticas sobre un elemento muy focalizado, que puede ser tanto la revitalización como el fortalecimiento o el desarrollo de las lenguas indígenas. “Habría que mirar lo que queremos. Hay todo un tema de apps, esfuerzos aislados que tenemos que reconocer. Podríamos, por ejemplo, lanzar una convocatoria que estimule buenas prácticas de apps para traducir lenguas indígenas al español”, agregó, resaltando que se debería ir identificando las experiencias que se desarrollan en los distintos países e intentar encontrar un hilo conductor para destinar los recursos hacia estas iniciativas.

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Trabajando con la oralidad

Al contestar la pregunta de Alejandra Padilla sobre la posibilidad de trabajar sobre la oralidad, Almandina Cárdenas mencionó que es importante darle prioridad a los proyectos en donde la lengua sea abordada desde un lugar vivo, como una herramienta práctica, funcional. “Las radios comunitarias, los jóvenes que están desarrollando herramientas digitales, la música contemporánea en lenguas indígenas, son espacios de mucha vitalidad y riqueza de la lengua, de la identidad. Si les dan las condiciones para que florezcan, creo que pueden dar muchos frutos. En efecto, pienso que publicaciones impresas dan prestigio para la mirada de la sociedad en general, pero no impactan realmente en el mantenimiento de las lenguas”, comentó.

Mariela Muñoz, por su parte, destacó dos experiencias de Paraguay. Una de ellas se dio con niños y niñas de 6to y 7mo grado de la escuela, un concurso en que tenían que visitar a un abuelo o abuela de su comunidad y contar un breve relato en su lengua. Estas anécdotas resultaron en un audio libro, que ayudó a valorar las lenguas enfocándose en la práctica de las mismas comunidades. “Lo que pasa es que los ancianos siguen hablando la lengua, pero los jóvenes a veces tienen vergüenza de aquella lengua. Por ello, una de las tareas principales es encontrar una manera de visibilizar y dignificar las lenguas indígenas, darle la importancia que tienen y darlas a conocer, porque no se puede respetar lo que no se conoce”, subrayó.

La representante del gobierno paraguayo también compartió la experiencia de una instancia de formación, alrededor de los problemas judiciales que ocurrían cuando las personas de las comunidades querían declarar pero nadie les entendía. ¿La solución que encontraron? Se formaron veedores judiciales para que ellas pudieran defenderse en su lengua. Asimismo, ella destacó la oportunidad que este Decenio Internacional de Lenguas Indígenas puede traer respecto al fortalecimiento de las radios locales que trabajan en lenguas indígenas. “La labor que tienen es inmensa, el compromiso muy grande, pero faltan siempre los recursos”, comentó.

Conforme manifestó el secretario técnico de IberCultura Viva al final del encuentro, las propuestas que se presentaron en esta primera mesa de trabajo son complementarias. “Hay una línea de trabajo de aprovechamiento y fortalecimiento institucional de propuestas nacionales y, por otro lado, una línea de reconocimiento del trabajo comunitario. Sobre estas dos líneas podemos hacer recomendaciones para el taller con los 12 países, el 25 de marzo”, dijo Emiliano Fuentes Firmani, que además señaló la posibilidad de considerar la convocatoria de reconocimiento de portadores y portadoras de patrimonio cultural inmaterial, que también figura en la planificación del programa. Una segunda reunión deberá realizarse los próximos días para que el grupo pueda reflexionar sobre las propuestas presentadas y llevar posibles proyectos al taller.

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