Experiencias
Por IberCultura
Em22, Mar 2016 | EmParaguay | PorIberCultura
Artesanas de la Palabra: la narración oral escénica y la revitalización del “ayvu”
Don Felix de Guarania, un referente de la cultura originaria paraguaya, un día le dijo a la narradora de cuentos Laura Ferreira: “Ojalá que entre tus objetivos como ‘cuentera’ esté la revitalización del ayvu”. Aunque sea común escucharlo refiriéndose al ruido o persona ruidosa, el término etimológicamente proviene de ‘ã’, alma, e ‘yvu’, manantial”. “Cuando un originario llegaba a un lugar decía: “Agueru che ayvu” (‘Traigo mi palabra’, en lengua guaraní)”, explica la cuentacuentos. La palabra era, por lo tanto, “el manantial que brota del alma”. Y es ese ayvu originario que el grupo Artesanas de la Palabra, coordinado por Laura, intenta revitalizar.
El colectivo Artesanas de la Palabra sostiene desde el año 2010 espacios de rondas de cuentos infantiles en editoriales, librerías y bibliotecas. Teniendo en cuenta que las tradiciones de los pueblos originarios del continente latinoamericano han sido transmitidas mediante la palabra, de generación en generación, el grupo tiene la misión de seguir con esta oralidad no sólo para la preservación de los relatos orales sino también de sus principios y valores, la cohesión de una identidad cultural.
Los ejes de trabajo están basados en la reflexión teórica, y en la formación y profesionalización en el arte, la cultura y la educación, contribuyendo así a la difusión y el fortalecimiento de la narración oral escénica. En los espectáculos, de acuerdo a la temática y los cuentos elegidos, se utilizan títeres, músicas, instrumentos musicales, libro-álbum, técnicas de globología y otros elementos escénicos.
Durante cuatro años han narrado cuentos para niños/as semanalmente en una librería, de manera quincenal en una biblioteca, y mensualmente en otras dos librerías. Para los adultos presentan espectáculos quincenales en diferentes espacios, en la modalidad de Café Concert, en bares y cafés literarios, con un promedio de 30 a 40 personas por función.
También tienen proyectos en plazas barriales, instituciones educativas de la capital y del interior del país. Cuando realizan espectáculos en instituciones educativas, el público puede llegar a 500 o 700 niños/as. Sus espectáculos ya pasaron por ciudades como Asunción, Concepción, Villarrica, Pedro Juan Caballero, Encarnación, Itaugua, Benjamin Aceval, Remansito y Ciudad del Este.
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Oficio y vida
“Contar cuentos es nuestra forma de vida, no es un pasatiempo. Es oficio y vida”, afirma Laura, que es nieta de José L. Melgarejo, un referente del teatro popular paraguayo, y dice reconocer en su sangre el arte (”La sangre no es agua”). “Estudié actuación y trabajaba como actriz cuando conocí la narración oral. Y fue descubrir un latir diferente en la escena. Sentía que mi sueño de sentir la función social del arte, con los cuentos, se tornaba más real.”
Entendió que con “la palabra” podía trabajar con niños/as, jóvenes, adultos. En barrios, plazas, bares, teatros, colegios. Y realizar su opción de vida, la narración oral escénica. Hoy, es esencialmente una narradora de cuentos y gestora cultural. También, eventualmente, continúa trabajando como actriz. Posee el título de licenciada en ciencias de la educación, docente de lengua guaraní y teatro escolar.
Además de coordinadora del colectivo de educación y arte, Artesanas de la Palabra, Laura Ferreira es integrante de la Red Latinoamericana de Cuentería Oralidad y Memoria de los Pueblos y miembro de la Red Internacional de Cuentacuentos. También coordina un ciclo de talleres de narración oral escénica en Paraguay y dirige el “Encuentro Internacional de Oralidad en Paraguay –La patria que late en mí”, desde el año 2009.
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La fiesta de la palabra
El Encuentro Internacional de Oralidad se compone de una semana de espectáculos diversos y talleres de capacitación, tanto en la capital como en ciudades del interior de Paraguay. El evento recibe a representantes cuatro países como mínimo, aunque en alguna edición haya habido ocho países representados y casi 14 narradores internacionales. “Es la fiesta de la palabra. La gestión es un tanto difícil, pues los apoyos no siempre son lo esperado pero sí, es un evento que nos desafía cada año”, resalta Laura.
Entre algunos de los proyectos más entrañables que ha coordinado se encuentran la revitalización de la memoria oral de mujeres indígenas (Nivacle y Toba); así como también con mujeres de tercera edad de barrios marginados, mujeres docentes del interior del país y mujeres con discapacidad, con quienes ha trabajado también cuestiones de género. Laura cuenta que inicialmente las Artesanas de la Palabra eran únicamente mujeres y que hoy día también están integrados dos hombres, pero no han cambiado la denominación.
Con el morral de cuentos ella ha representado a Paraguay en festivales y encuentros de narración oral y gestión cultural en Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, Cuba, Chile, Colombia, México y España. Para 2016 la gira internacional incluirá La Plata (Argentina), Colombia, Chile y Uruguay.
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Los talleres literarios
Actualmente, además de seguir narrando en librerías, bibliotecas e instituciones educativas, el colectivo Artesanas de la Palabra asume otro desafío: los talleres literarios para niños de 7 a 11 años. Otro proyecto que están llevando adelante está relacionado al turismo, como ‘guías turísticos narradores’. “Acompañaremos a los guías narrando historias, mitos y leyendas. Es algo innovador, serán salidas temáticas. Y también vamos trabajando en la futura Escuela-Laboratorio de Narración Oral Escénica de Paraguay”, dice Laura.
En 2015, en coparticipación con la Asociación Proyectos Culturales para el Desarrollo de Argentina, el colectivo Artesanas de la Palabra diseñó el proyecto “Mainumby –Voces, tradición y memoria oral iberoamericana”, que busca rescatar la narración oral en lenguas originarias con la asistencia de las TICs. “Nos proponemos reunir narraciones orales en sus lenguas originales y ponerlas al servicio de la comunidad a través de un sitio web. Esta audioteca sería la primera en su tipo en América Latina y estamos trabajando para lograr su financiamiento y que pronto sea una realidad”, comenta la coordinadora.
Para ella, los resultados del trabajo del colectivo ya pueden ser vistos y son gratificantes. Son los niños que crecieron escuchando cuentos y que hoy son integrantes de academias literarias, o que están contando cuentos junto con el equipo de Artesanas de la Palabra. Y los intercambios entre narradores nacionales e internacionales que se van desarrollando cada vez más. “La palabra va cruzando fronteras y nos ayuda en la etapa de profesionalización”, afirma la artista que hizo de la narración de cuentos su oficio y vida y sí, hace todo para revitalizar el ayvu, “el manantial que brota del alma”.
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