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IberCultura Viva participa en la sesión “Innovación y Ciudadanía” en el segundo día del Congreso Iberoamericano de Cultura
Em 18, Nov 2023 | Em Noticias |
El jueves 16 de noviembre, segundo día de actividades del VIII Congreso Iberoamericano de Cultura, en Lisboa (Portugal), la primera sesión plenaria fue «Innovación y Ciudadanía: la innovación social como estrategia para promover la participación ciudadana en la vida comunitaria y el pleno ejercicio de los derechos y deberes culturales».
En este panel participaron Flor Minici, secretaria técnica de IberCultura Viva, y Márcia Rollemberg, secretaria de Ciudadanía y Diversidad Cultural del Ministerio de Cultura de Brasil (MinC) y representante de Brasil en el programa IberCultura Viva. Ana Fernandes, presidenta del Consejo Directivo del Instituto Camões (Portugal), y Sandra Sérgio, directora del Museu de Arte do Rio (Brasil), también participaron como ponentes en esta sesión plenaria, que tuvo moderación de Benito Burgos, del Ministerio de Cultura y Deporte de España.
En su intervención, Márcia Rollemberg habló sobre la Política Nacional Cultura Viva, que comenzó como un programa del Ministerio de Cultura en 2004 y se convirtió en política de Estado en 2014, con la aprobación de la Ley 13.018, la Ley de Cultura Viva, inspirando políticas culturales de base comunitaria en varios países iberoamericanos.
“Esta política, que creo innovadora, nació en 2003, aún durante la gestión de (el ministro) Gilberto Gil, quien amplió el alcance de la política cultural en Brasil, diciendo que tiene que dar cuenta del todo y no sólo de las bellas artes, y que la diversidad esté incluida en el conjunto de políticas del Ministerio de Cultura y del Sistema Nacional de Cultura”, recordó la secretaria, destacando que esta política, que apunta a reconocer los Puntos de Cultura, tiene como principio la participación y gestión compartida.
“Es una política que se desarrolló con la participación de la sociedad. Una política que reconoce, valora y potencia lo que ya se hace, que trabaja la importancia de la participación social, fomenta las redes y la conexión digital, la conexión por territorio o por temas de interés, ya sea una agenda de niños y niñas o con temas intersectoriales como cultura y salud, cultura y educación, cultura y medio ambiente. (Es una política que) induce al encuentro, al diálogo (…), que induce a la capacitación, el encuentro de saberes, porque reconoce que estas comunidades tienen conocimientos importantes”, añadió.
Marcia Rollemberg
Al mencionar instancias que forman parte de esta política, como los foros y las Teias, que son los encuentros de Puntos de Cultura, Márcia Rollemberg también comentó que fue en la Teia de 2014, en la ciudad de Natal (Rio Grande do Norte, Brasil), que tuvo lugar la primera reunión del programa IberCultura Viva. Este encuentro inició la implementación del programa, con la aprobación del Reglamento y el Plan Operativo 2014-2015.
En Brasil, en este año de reactivación del Ministerio de Cultura, se lanzaron tres convocatorias de Cultura Viva (Fomento a Pontones de Cultura; Premiación Sérgio Mamberti, con cuatro categorías, y Premio Cultura Viva – Construcción Nacional del Hip-Hop), sumando 67 millones de reales (alrededor de 13,7 millones de dólares) en inversiones. En octubre, con el lanzamiento de la Política Nacional Aldir Blanc de Promoción de la Cultura (PNAB), el MinC anunció la distribución, hasta 2027, de 15 mil millones de reales (cerca de 3 mil millones de dólares) para estados, municipios y el Distrito Federal. Son 3 mil millones de reales por año (613 millones de dólares) y de ese total, 400 millones de reales (81,7 millones de dólares) deben invertirse en la Política Nacional de Cultura Viva.
“Hoy en Brasil tenemos una red de 4.500 Puntos de Cultura, que están en solo 1.200 municipios. Nuestro objetivo es avanzar a los 5.700 municipios del país”, afirmó Márcia Rollemberg. Para ello, se estableció este valor anual de 400 millones de reales, para que estados, municipios y el Distrito Federal puedan invertir en el reconocimiento de esta política comunitaria, “en estos grupos que ya existen y celebran la vida y que hacen el país ser lo que es: un Brasil diverso, con sus quilombolas, con sus indígenas”.
La secretaria de Ciudadanía y Diversidad Cultural también destacó la importancia de diversificar y calificar los instrumentos en este proceso, “porque de nada sirve tener una política que se dice democrática con instrumentos inadecuados”, y de contar con la diversidad en los equipos. “En Brasil, las personas con discapacidad usan una frase que creo que es muy importante: ‘Nada de nosotros sin nosotros’. Tener personas diversas en los equipos –representantes indígenas, afrodescendientes, personas con discapacidad, LGBTQIA+– es esencial para que realmente podamos tener una gestión con una perspectiva más diversa”, dijo.
Según ella, también es necesario insertar el término y el concepto de cultura comunitaria en los organismos internacionales. Inclusive porque la lógica de la economía, en el sentido financiero, no es compartida por muchas comunidades con una cosmovisión. “Hay una manera diferente de pensar sobre el mundo. La forma de vida de los pueblos originarios, por ejemplo. Hay que tener cuidado con este proceso, (es necesario) ser un Estado facilitador, y no ser un Estado interventor en las manifestaciones culturales, en las formas de vivir”, observó la secretario, destacando el reconocimiento de los conocimientos tradicionales.
Al resaltar que la política cultural, en el caso de Brasil, se desarrolla con la participación de la Unión, los estados, los municipios y la sociedad, Márcia Rollemberg mencionó la importancia de coordinar esos roles, pensando siempre en los principios de la política de Cultura Viva: la autonomía, el protagonismo y el empoderamiento. “Hoy veo la red de Puntos de Cultura más allá de los gobiernos. Se relaciona con la sociedad civil de América Latina, independientemente de los gobiernos, como una fuerza propia. Esta es una de las mayores y mejores manifestaciones de la Cultura Viva en nuestra región”.
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“La comunidad se organiza, pero también se desborda”
Flor Minici
La segunda en exponer en esta sesión plenaria, la secretaria técnica de IberCultura Viva, Flor Minici, recordó que el programa está cumpliendo 10 años y que en este período ha generado muchas iniciativas, como por ejemplo la Convocatoria de Apoyo a Redes y Proyectos de Trabajo Colaborativo 2023, que en siete ediciones ha distribuido alrededor de 665 mil dólares. “Pero eso no alcanza”, subrayó Minici, dando cuenta del contexto en el cual esta agenda se inscribe.
“Hemos pasado por una pandemia que ha producido saldos catastróficos en América Latina y el Caribe en términos de incremento de la desigualdad y la pobreza”, destacó. “En este contexto, han cobrando un rol central los Estados y las organizaciones, que han incluso incrementado el gasto público para poder enfrentar una situación que nadie esperaba, pero que aún así no ha podido subsanar y revertir los saldos que eso ha dejado. El incremento de la pobreza y de la desigualdad nos sitúa en un contexto de retroceso tan grande que nos lleva a un cuarto de siglo atrás, algo que altera y hace crisis a toda la discusión en relación a la ciudadanía, a la democracia y a la cultura.”
Para la secretaria técnica, este debe ser un punto de partida de la discusión porque “si no comenzamos a actualizar los Objetivos del Desarrollo Sostenible en una agenda que se pensó para el 2030 antes de que arreciaba una pandemia, y no empezamos a discutir cómo articular el paradigma del desarrollo con el paradigma del buen vivir, que no son antagónicos en términos técnicos, políticos y culturales, va a ser muy difícil que la cooperación pueda atravesar la historia de manera tal que no se desarraigue de la realidad, de los actores reales, de la cultura y de la ciudadanía”.
Según Minici, “la comunidad se organiza, pero también se desborda. Y las comunidades políticas y culturales hacen crisis cuando la desigualdad arrecia”. Para ella, es importante llevar adelante una política de escucha activa, “que nos permita recoger las demandas y producir nuevas políticas de reconocimiento y de redistribución, para que no se siga profundizando esta situación (de incremento de la pobreza y de la desigualdad)”.
Al final de su intervención, Minici mencionó el caso de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, que desde el año 2018 adopta la cultura comunitaria como una perspectiva central en su política cultural. “Hoy a las claras se ven los resultados. El pueblo mexicano valora muchísimo esa perspectiva en la política cultural que Brasil le ha propuesto como un diálogo a toda América Latina”, comentó, refiriéndose a la política de Cultura Viva y los Puntos de Cultura que desde hace 20 años han inspirado políticas públicas en todo el continente.
⇒Esta sesión fue transmitida por el canal de YouTube del Congreso: https://www.youtube.com/watch?v=43oJPDzW0mc
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