IberCultura Viva participa del 10º Encuentro Cultura y Ciudadania, en España: mirando al pasado para imaginar futuros

(Foto: Casteleiro)

.

En Santiago de Compostela (Galicia), del 24 al 26 de septiembre, se llevó a cabo la décima edición del Encuentro Cultura y Ciudadanía, promovido por el Ministerio de Cultura de España. Fueron tres jornadas de debates, presentaciones de proyectos, visitas y actividades culturales en las que las personas participantes (alrededor de 600) pudieron hacer una retrospección y reflexionar acerca de los aprendizajes y desafíos a los que se han enfrentado en esta década. 

En este décimo aniversario que ha permitido mirar al pasado e imaginar futuros atravesados por la cultura, Márcia Rollemberg, secretaria de Ciudadanía y Diversidad Cultural del Ministerio de Cultura de Brasil y presidenta de IberCultura Viva, recordó también los 10 años de este programa de cooperación y los 20 años de Cultura Viva en Brasil, usando la metáfora del arco que nos enseñan los pueblos indígenas. “Este momento de rescatar la historia nos lleva a pensar que el futuro es igual a una flecha. Cuanto más tensionamos hacia atrás la cuerda, más lejos podremos proyectar hacia adelante”, dijo en el cierre de su presentación.

La presidenta de IberCultura Viva participó en una de las mesas de la primera jornada del encuentro, “Abrir y ensanchar el marco institucional: Políticas culturales para fortalecer las democracias vivas”, el martes 24 de septiembre. Ella abrió su intervención explicando que presentaría la experiencia de Cultura Viva en Brasil, iniciada en 2004 con el entonces ministro Gilberto Gil, quien propuso “un nuevo paradigma al traer a las personas de las periferias, de culturas indígenas, de cultura de matriz africana como personas importantes para la cultura nacional”. 

“El ADN de esta política desde un inicio es reconocer que la sociedad es quien crea la cultura y que la participación social es necesaria para que tengamos una política verdaderamente pública. Ahora, con el presidente Lula, la participación social y la diversidad son una matriz en todos los ministerios. Todos tienen consejos que se enfocan en estructurar la participación social y la diversidad en las políticas públicas”, destacó.

Además de las acciones afirmativas que incluyen a las personas negras, indígenas, discapacitadas y toda la diversidad, con beneficios y convocatorias específicas, Márcia Rollemberg explicó que la estrategia de gestión del Ministerio de Cultura de Brasil hoy cuenta con un nuevo marco regulatorio, la Política Nacional Aldir Blanc de Fomento a la Cultura (PNAB), que descentraliza los recursos de la Unión para que los estados, el Distrito Federal y los municipios promuevan proyectos culturales en sus territorios. 

La Política Nacional Cultura Viva (PNCV), establecida como la política de base comunitaria del Sistema Nacional de Cultura, también se está implementando con financiamiento de la PNAB. “Hoy existen más de 6.000 Puntos y Pontones de Cultura, en cerca de 1.600 municipios brasileños. Estamos expandiendo (el alcance a los territorios) en coordinación con estados y municipios que reciben presupuesto para financiar esta política, que promueve la diversidad, la democracia, reconociendo el poder de las actividades culturales de grupos, colectivos, comunidades, instituciones, con o sin persona jurídica, y también de los guardianes del patrimonio inmaterial, los tesoros vivos”, resaltó.

Rollemberg recordó que los Puntos de Cultura son grupos culturales de la sociedad, grupos tradicionales que ya existen, como pequeñas orquestas, grupos de teatro, de capoeira, de diferentes expresiones de Brasil. Y que, como decía Gilberto Gil, “son activos, no son carentes, sino potentes; no son vulnerables, sino vulnerabilizados”. “Este cambio de paradigma es muy importante”, afirmó, resaltando también la importancia de las medidas adoptadas “para la reparación y superación de las desigualdades históricamente acumuladas y que estructuran la sociedad”.

“Cultura Viva es una política de reparación, de resistencia, que reconoce a toda una matriz que conforma Brasil y que siempre fue muy invisibilizada, aunque muy presente en la cultura brasileña. Es una política que busca reconocer nuestros orígenes, reconocer que somos conformados por personas originarias que ya estaban en el territorio cuando llegaron los portugueses, con las personas esclavizadas y luego también varios grupos migrantes. Brasil tiene el mayor grupo de diásporas del mundo. Tiene una población arábe, japonesa, italiana, europea, muy grande. Es un país muy mezclado, muy mestizo, entonces hay que reparar”, afirmó.

Además del trabajo para reducir las desigualdades (económica, de género, racial, sexual, entre otras opresiones) y combatir la violencia, ella mencionó algunas de las acciones para la formación cultural, la promoción a la accesibilidad, el trabajo con los Pontones de Cultura en temas como culturas indígenas, comunidades tradicionales de origen africano, culturas populares, patrimonio y memoria, entre otros. 

“Hay una intención de crear una amalgama, porque patrimonio y memoria, audiovisual, libro y lectura, todo se integra a partir de Cultura Viva. Cultura digital, territorios rurales y cultura alimentaria, territorios de fronteras, integración latinoamericana… El programa Cultura Viva inspiró a otros países y hoy no es solamente una política gubernamental, sino un movimiento latinoamericano de la sociedad que de eso hacen redes, trabajos, y ocupan los espacios de la democracia”, expresó. 

La secretaria de Ciudadanía y Diversidad Cultural del MinC destacó, además, algunas estrategias de participación que se desarrollan en Brasil, como la Comisión Nacional de Puntos de Cultura, con quien el Ministerio de Cultura discute, dialoga, propone acciones en conjunto. Una de las más importantes será la Teia, el encuentro nacional de Puntos y Pontones de Cultura que se realizará en 2025, 11 años después de la última edición. Fue durante la Teia Nacional de Diversidad, que se llevó a cabo en 2014, en Natal (Rio Grande do Norte), que se dio la primera reunión del Consejo Intergubernamental de IberCultura Viva. (Márcia Rollemberg fue elegida presidenta en aquella reunión, y volvió al cargo en marzo de este año de 2024.)  

Al presentar este programa de cooperación que se realiza con 12 países miembros, ella destacó algunas acciones desarrolladas en estos 10 años, como las convocatorias de Apoyo a Redes, IberEntrelazando Experiencias, Movilidad y Sabores Migrantes Comunitarios, y el Curso de Posgrado Internacional en Políticas Culturales de Base Comunitaria, una construcción conjunta de IberCultura Viva y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Argentina) que ha formado a más de 600 personas desde 2018.

La participación de la presidenta de IberCultura Viva en el 10º Encuentro Cultura y Ciudadanía tuvo lugar en la mesa sobre “Políticas culturales para fortalecer las democracias vivas”, que también contó con la presencia de Isabel Ojeda, directora del Área de Acción Cultural de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA); Jazmín Beirak Ulanosky, directora de Derechos Culturales del Ministerio de Cultura de España, y Ricardo Antón, de la organización ColaboraBora.

En esta décima edición del encuentro, se planteó realizar un balance, actualización y proyección a futuro de los diez años del programa Cultura y Ciudadanía, recogiendo y analizando su evolución y problematizando aquellos temas, tendencias, debates, proyectos, experiencias y aprendizajes más relevantes del recorrido trazado durante estos años, y apuntando otros para los años presentes y venideros.

Los debates y presentaciones del auditorio del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) están disponibles en streaming: https://bit.ly/streaming_cyc

Tags | Brasil, Brasil, Cultura Viva, Cultura y Ciudadanía, España