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Carpio Cultural, una visita a la comunidad durante la 4a Reunión Intergubernamental
Em 17, Jun 2016 | Em Noticias |
En diciembre de 2015, con la inauguración del parque recreativo “Creando un Mejor Futuro”, los vecinos de la comunidad La Carpio, en San José (Costa Rica), ganaron finalmente un lugar donde llevar a sus niños. La estructura, localizada en un terreno de 750 metros cuadrados, contempla áreas de juegos para niños, anfiteatro, canchas multiuso y un lugar de ejercicio para adultos. Los 23 mil habitantes de la comunidad, fundada hace 19 años, no habían tenido nunca nada parecido allí. La primera semana del parque fue de filas y filas de chicos y chicas.
Y fue en este gran logro comunitario por donde comenzó la gira “Carpio Cultural”, una de las visitas a comunidades programadas para el segundo día de la 4a Reunión Intergubernamental en San José, Costa Rica. Se dividieron tres grupos la mañana del miércoles 8 de junio, cada uno rumbo a un destino: La Carpio, Heredia y Purral de Goicoechea. Los que se dirigieron a La Carpio fueron recibidos con el baile folclórico del grupo Cosibolka (los bailarines Meylinn Aleman Mayorga y Ariel Chavarria Reyes) y los juegos tradicionales de los jóvenes del proyecto “Aprende a jugar”, apoyado por el programa Becas Taller, de la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud.
En el parque, la presidenta de la Asociación Comunal de La Carpio (Asocodeca), Northellen Jimenez, contó a los visitantes un poco de la historia de la comunidad, que empezó hace casi 20 años como una invasión de 25 familias y hoy cuenta con 5,800. Según el censo, son 23 mil habitantes (la gente cree que pasan de los 30 mil, sumándose los que están en situación irregular) – de este total, se estima que el 50% son costarricenses y el 49% nicaragüenses (el 1% restante sería de salvadoreños, guatemaltecos, árabes y chinos).
“Fue muy difícil al inicio, no teníamos luz, las calles eran solo barro, pero gracias a la gran necesidad de vivienda, de oportunidades, de estudio, seguimos (…)”, comentó Northellen. “Ha sido difícil, pero no imposible. Hemos logrado todo lo que tenemos gracias al apoyo comunitario, y mucho también a las líderes mujeres. Gracias a la coordinación comunal hemos logrado hacer las calles. Todas esas intervenciones que el gobierno debía de hacer, los carpianos las hemos hecho con las manos, en unión. Hemos hecho de esta comunidad una comunidad multinacional, multicultural, con muchas riquezas que cualquier comunidad desea tener.”
Las buenas iniciativas
Hay sólo una vía de acceso a La Carpio. Una calle estrecha para entrada y salida, donde decenas de camiones pasan a lo largo del día y centenas de bares aparecen por la noche, clandestinos, en las salas de las casas a lo largo del camino. El ruido, la basura, todavía son un problema, pero la comunidad hoy se orgulla de muchas iniciativas que allí se desarrollan con el apoyo de la Dirección de Cultura. El Punto de Cultura Sifais, por ejemplo, es una de las experiencias más exitosas del barrio.
Conocido como “la escuela de música” de la región, en realidad Sifais es mucho más que eso. Creado hace cinco años, es un “espacio de transformación social de vía doble” con más de 130 talleres y programas en diversas áreas. La “Cueva de Luz”, como es llamado el lugar donde está el Centro de Integración y Cultura (antes era “Cueva del Sapo”, algo un tanto peyorativo), ofrece actividades de lunes a lunes con vistas a promover la inclusión social.
Dirigido a todos “los que tengan ganas de enseñar lo que saben y los que tengan ganas de aprender”, cuenta actualmente con 602 alumnos y 192 voluntarios y colaboradores que donan su tiempo de forma gratuita con clases de música, danza, juegos, emprendedorismo, etc.
Durante la gira, los visitantes pudieron conocer a algunos de los jóvenes recién graduados allí como técnicos en animación sociocultural comunitaria. Luis Rivera “Wichi”, por ejemplo, presentó su proyecto sobre juegos tradicionales binacionales, como “bolero”, “tropo” y “caballito”. Dayana Venegas Hernández, a su vez, habló del mapeo de iniciativas culturales que hizo en 2015 y de su proyecto para 2016, un censo de herencia cultural de La Carpio.
La visita terminó con un baile urbano en la calle, con los jóvenes de la Asociación Cultura y Arte Urbana (ACAU). “Nosotros comenzamos con unos cartones en la calle, hace un año y medio”, contó Cynthia Avilés Saenz, 19 años, una de las creadoras del proyecto “Empoderándonos de las esquinas”. “Nos poníamos a bailar en la calle, a las personas les gustaba, entonces surgió la idea de tener un proyecto para intervenir en las principales esquinas de la comunidad. Eran unos cinco chiquitos, ahora son 20, 30 niños aprendiendo las disciplinas urbanas, rap, breaking, popping, grafiti… Las personas se acercan, a ellos les gusta mucho”.