Juca Ferreira: «La Red Cultura Viva es un avanzo enorme»

En el día en que la Constitución de la República Federativa de Brasil cumplió 27 años, el ministro de Cultura, Juca Ferreira, destacó que todavía falta mucho para que el pueblo brasileño tenga asegurado, de hecho, “el pleno ejercicio de los derechos culturales y acceso a las fuentes de cultura nacional”, como dice el artículo 215 del documento promulgado el día 5 de octubre de 1988. “Cabe al Ministerio de Cultura hacer avanzar esos derechos”, afirmó el ministro, citando los Puntos de Cultura como parte importante de este proceso, por representar el empoderamiento de la base de la sociedad. “El ministerio, de manera independiente, va hasta cierto punto. Con las organizaciones culturales, tiene la posibilidad de ir mucho más lejos.”

Con el intento de dar pasos aún más largos, el Ministerio, por medio de la Secretaría de la Ciudadanía y de la Diversidad Cultural (SCDC/MinC), lanzó el lunes (05/10) la plataforma de la Red Cultura Viva (www.culturaviva.gov.br). Durante todo el día se realizaron varias actividades en el Memorial Darcy Ribeiro, en la Universidad de Brasilia. Entre ellas, debates sobre médios libres, cultura LGBT y economía viva. Por la noche, la ceremonia oficial de lanzamiento contó con la presencia del ministro y de invitados como la diputada Jandira Feghali, autora del proyecto de la Ley Cultura Viva y representantes de Puntos de Cultura de todo Brasil.

Autoridades y representantes de Puntos de Cultura de varias partes de Brasil estaban en la ceremonia de lanzamiento de la red en Brasília. Fotos: Oliver Kornblihtt e Bernardo Guerreiro

Una reivindicación antigua de los grupos culturales de base comunitaria, la nueva plataforma permite que las entidades y colectivos se autodeclaren Puntos de Cultura, lo que posibilitará el mapeo y la valoración de las acciones desarrolladas por la sociedad civil. La herramienta creada en software libre, además de abarcar el Catastro Nacional de Puntos y Puntones de Cultura (instituido por la Ley Cultura Viva, en 2014), tendrá un ambiente de red, facilitando el intercambio de información, productos y servicios.

“Esta red es un avanzo enorme porque hasta hoy llamábamos de Puntos de Cultura apenas a los grupos que, a través de las convocatorias, tenían acceso a un financiamiento del ministerio”, destacó Juca Ferreira. “Como no tenemos recursos suficientes para financiar todos los que se encuadran en la categoría, es un error llamar de Punto de Cultura solamente a los que vencen en las convocatorias. Cuando el ministerio pase a considerar todos los que hacen un trabajo cultural relevante para la comunidad desde hace al menos dos años, sin fines lucrativos, posiblemente estamos hablando de 100 mil organizaciones y grupos culturales en todo el territorio brasileño.”

Teniendo en cuenta que la base de la cultura brasileña es amplia, vasta y diversificada, la Red Cultura Viva no sólo posibilitará, en las palabras del ministro, “la conexión de esa diversidad, sin intermediarios”, sino también la visibilidad – y el empoderamiento – de ese conjunto diverso.

El ministro Juca Ferreira y la secretaria Ivana Bentes entre los invitados que llenaron el Memorial Darcy Ribeiro, en la Universidad de Brasilia

Más allá del financiamiento

“Estamos creando una política pública más allá del financiamiento. O sea, el Ministerio de Cultura está creando una moneda simbólica, que trabaja con lo inconmensurable, que es la cultura”, resaltó Ivana Bentes, secretaria de la Ciudadanía y de la Diversidad Cultural y presidente del programa IberCultura, durante la ceremonia de lanzamiento de la red.

Al citar un debate realizado poco antes sobre economía solidaria (“la economía viva, de las fiestas”), Ivana comentó que el programa Cultura Viva quiere disputar el concepto de economía (“no de la economía de la escasez, sino de la abundancia”) con otra moneda, a partir de otros valores. “Estamos empezando un diálogo importante a partir de la articulación de la base de la economía solidaria con la base de los Puntos de Cultura.”

Según ella, es de esa manera, pensando en mecanismos de integración, que se pasa a entender economías muy distintas – como la de los terreiros de candomblé, de los quilombos, de las naciones indígenas. “Esa economía de la vida no distingue vida y trabajo. El trabajo es la vida, la vida es el trabajo (…) El reconocimiento del ministerio de ese quehacer cultural, la autodeclaración de los Puntos de Cultura, es también la creación y expansión de una amplia red de protección para la cultura.”

Ivana Bentes cree que la plataforma va a traer una nueva escala para el programa Cultura Viva. “No hablaremos más de 4 mil Puntos de Cultura financiados por el Estado. Serán 10 mil, 20 mil, 30 mil, 100 mil. Vamos a articular, construir, dar visibilidad a la dimensión inconmensurable de la cultura. Y, de manera más concreta, hacer un mapeo, una cartografía de los Puntos de Cultura brasileños.”

Para ella, la herramienta tiene la misión de llevar la política pública a otro nivel. “Es el recomienzo del programa Cultura Viva, con la autodeclaración ampliando, trayendo a los ‘desorganizados’, a los que todavía no pasaron por esa relación con el Estado. Estamos pensando en una red de colaboración, de intercambio de información, de conocimiento, en un entendimiento nuevo de lo que es recurso. Hoy, quien tiene recurso es el que tiene colaboración, infraestructura, no se trata simplemente de financiamiento.”