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Carta Cultural Iberoamericana: 10 años de compromiso
Em 08, Nov 2016 | Em Noticias |
En noviembre de 2006, en el marco de la XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, se firmó en Montevideo (Uruguay) la Carta Cultural Iberoamericana. Este documento de referencia –que sentó las bases para el fortalecimiento institucional de la región como espacio de cooperación y a favor de la preservación y el desarrollo de su diversidad cultural– fue el primer documento regional inspirado en la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de Unesco (París, 2005). El primer documento de la región en mostrar una visión plena e integral de la cultura.
Los 10 años de la firma de la Carta Cultural Iberoamericana se celebrarán esta semana en Montevideo con algunas actividades conmemorativas y de reflexión, con la intención de reforzar y resignificar sus cometidos. Este martes (8/11) se realizará en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del Sodre el Seminario Internacional sobre Políticas Culturales en Iberoamérica. Entre los participantes estarán Rebeca Grynspan, Secretaria General Iberoamericana; Paulo Speller, Secretario General de la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI) y Enrique Vargas, Coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano.
Durante el seminario, ministros y secretarios de Cultura de los países iberoamericanos se reunirán en un conversatorio sobre la incidencia de la Carta Cultural en las políticas culturales nacionales, experiencias y buenas prácticas. La programación también incluye un panel sobre el proceso y la consolidación del Espacio Cultural Iberoamericano y su inserción en el contexto multilateral.
El miércoles (9/11), desde las 17h en la explanada y vestíbulo del Teatro Solís habrá una exposición interactiva, DJs, VJs y proyección de videoclips. La gala será a las 19h30, en la sala principal del teatro, con la presencia de autoridades nacionales e internacionales, la proyección de un video conmemorativo, el saludo del embajador cultural Julio Boca, la designación de los nuevos embajadores culturales Jorge Drexler y Gioconda Belli y un cierre musical.
Las finalidades
Todos los programas de cooperación cultural de Iberoamérica se fundamentan en este documento adoptado hace 10 años. Además de afirmar el valor central de la cultura como base indispensable para el desarrollo integral del ser humano y para la superación de la pobreza y de la desigualdad, la Carta Cultural Iberoamericana tiene como fin promover y proteger la diversidad cultural, que es origen y fundamento de la cultura iberoamericana, así como la multiplicidad de identidades, lenguas y tradiciones que la conforman y enriquecen.
También están entre sus objetivos consolidar el Espacio Cultural Iberoamericano como un ámbito propio y singular, con base en la solidaridad, el respeto mutuo, la soberanía, el acceso plural al conocimiento y a la cultura, y el intercambio cultural; facilitar los intercambios de bienes y servicios culturales en la región; incentivar lazos de solidaridad y de cooperación con otras regiones del mundo, así como alentar el diálogo intercultural entre todos los pueblos; y fomentar la protección y la difusión del patrimonio cultural y natural, material e inmaterial iberoamericano a través de la cooperación entre países.
Los ámbitos de aplicación
La Carta es una declaración política. Un compromiso voluntario de cooperación, que surge de la solidaridad entre Estados. Sus ámbitos de aplicación son amplios y variados: los derechos humanos y los derechos culturales, las culturas tradicionales, indígenas, de afrodescendientes y de poblaciones migrantes, la creación artística y literaria, las industrias culturales, los derechos de autor y el patrimonio cultural, las relaciones de la cultura con otros ámbitos de las políticas públicas, como la educación, el ambiente, la ciencia y la tecnología, la comunicación, la economía solidaria y el turismo.
Al asumir la región como un espacio cultural dinámico y singular –en el que se reconocen profundos vínculos históricos y una pluralidad de orígenes y variadas manifestaciones y expresiones culturales–, la Carta defiende la diversidad como un patrimonio común que debe valorarse y preservarse, “puesto que sustenta un mundo más rico y variado, nutre las capacidades, las potencialidades, la creatividad y los valores y constituye un motor para el desarrollo sostenible de pueblos y naciones”.
El documento concibe la cultura como condición, medio y fin para el desarrollo personal y social. Afirma que no es posible alcanzar un cierto nivel de bienestar si no existe una amplia participación ciudadana en el acceso, el disfrute y la construcción compartida de los bienes culturales. Además, propone reflexiones sobre el papel de la cultura en el desarrollo de los pueblos en un mundo globalizado, multicultural y diverso. En una de sus páginas, señala también que el Espacio Cultural Iberoamericano se caracteriza por su capacidad de transformación y de constante adecuación a los nuevos contextos y realidades sociales, económicas y políticas.
Para lograr la consolidación de este espacio cultural como un ámbito propio y singular y facilitar los intercambios de bienes y servicios entre los 22 países de la región, la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) han desarrollado una serie de iniciativas de cooperación internacional. En ese sentido, una estrategia fundamental son los programas “Iber” que coordina la SEGIB, como IberCultura Viva, Iberescena, Ibermúsica, Ibermedia, Ibermuseos, entre otros.
Surgidos a partir de las Conferencias Iberoamericanas de Cultura y de las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno, estos programas e iniciativas de cooperación se fundamentan en la Carta Cultural Iberoamericana con vistas a favorecer la articulación entre los países de la región, buscando impulsar políticas y actividades concretas y reafirmando su compromiso de respeto a los derechos humanos y culturales, a las culturas tradicionales, a los afrodescendientes, a los indígenas, a los emigrantes.
En estos diez años el campo de la cultura ha experimentado avances importantes en su institucionalidad, inspirados en este marco conceptual. Ejemplo de ello son la creación de órganos públicos específicos y legislaciones en los países iberoamericanos. La ampliación del intercambio en esta década no cabe duda ha promovido y fortalecido la cultura en el ámbito de las políticas públicas.
Sepa más:
XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno