Índice

    El Programa

    IberCultura Viva es uno de los programas de cooperación vinculados a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Creado para fortalecer las políticas culturales de base comunitaria de los países iberoamericanos, busca apoyar tanto las iniciativas gubernamentales de los países miembros como las desarrolladas por organizaciones culturales comunitarias, pueblos originarios y comunidades afrodescendientes en sus territorios. Estos apoyos se realizan mediante convocatorias públicas. Desde agosto de 2018 todas las convocatorias del programa son publicadas en la plataforma Mapa IberCultura Viva.

    Actualmente los países miembros del Consejo Intergubernamental IberCultura Viva son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, España, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. 

    La 14ª Reunión del Consejo Intergubernamental de IberCultura Viva se realizó en Brasilia (Brasil), en noviembre de 2024, junto a un seminario conmemorativo de los 10 años del programa

    El programa IberCultura Viva se estructura a partir de los siguientes principios y valores.

    Valores

    • Fomentar el Respeto: Creemos en la democracia como sistema para el resguardo de la igualdad de oportunidades, el pleno respeto de los derechos humanos y el reconocimiento de la diversidad de nuestras culturas y territorios como un valor que nos enriquece: somos iguales, somos diferentes y somos comunitarios.
    • Crear Comunidad: Defendemos el trabajo comunitario que fomenta las prácticas colaborativas, solidarias y transformadoras para el fortalecimiento de la cultura comunitaria y la adopción de marcos de convivencia basados en el bien común y el buen vivir.
    • Resguardar la Diversidad Cultural: Promovemos el reconocimiento mutuo y consensuado para la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales y lingüísticas como derechos humanos.
    • Impulsar la Participación: Nos enfocamos en la construcción integral de ciudadanía y fomento de la participación social mediante el trabajo asociativo, cooperativo y colectivo.
    • Defender la Igualdad: Trabajamos para lograr una mayor igualdad entre mujeres y hombres, y géneros diversos y para eliminar cualquier tipo de discriminación hacia la juventud, pueblos originarios, afrodescendientes, y otros colectivos en situación de vulnerabilidad social.

    Misión

    Reconocimiento del valor que tienen los procesos de construcción de ciudadanía y la diversidad cultural expresada en la participación social organizada, para la mejora de las condiciones de vida y la convivencia de las comunidades, fomentando su desarrollo desde el trabajo intersectorial y con ello su contribución a consolidar el espacio cultural iberoamericano y la integración regional.

    Visión

    Ser el espacio de diálogo, articulación y cooperación de los Estados de Iberoamérica para la promoción y el fortalecimiento de las políticas culturales de base comunitaria.

    (Foto: Oliver Kornblihtt)

    Como funciona

    IberCultura Viva es un programa de cooperación técnica y financiera entre gobiernos. Cada uno de los países miembros del Consejo Intergubernamental contribuye con una cuota anual establecida previamente para la participación en el programa. Estas cuotas conforman el Fondo Multilateral IberCultura Viva, destinado al trabajo común, al desarrollo de iniciativas como las convocatorias públicas lanzadas anualmente y las acciones de intercambio entre funcionarios y representantes gubernamentales de los países integrantes. 

    Además del trabajo común entre los gobiernos centrales (nacionales), el programa propone como línea de acción la articulación con gobiernos locales, que son las instancias del poder público más cercanas de los sujetos principales con los que se trabaja: las organizaciones culturales comunitarias y los pueblos originarios. 

    Diferentemente de los países miembros –que adhieren al programa a través de una carta enviada a la Secretaría General Iberoamericana y mediante el compromiso de contribución de recursos–, los gobiernos locales no tienen que hacer aportes monetarios al Fondo IberCultura Viva. Su contribución se da por medio de acciones de articulación con vistas a la conformación de la Red IberCultura Viva de Ciudades y Gobiernos Locales. 

    Los municipios, provincias y/o departamentos participantes de esta red deben proponer proyectos para desarrollar en vinculación con el programa. Deben, además, aprovechar estos espacios como instancias de reflexión, para generar consensos y relatos comunes sobre lo que son las políticas culturales de base comunitaria y poder mejorar estas políticas en sus territorios.

    Reunión del Consejo Intergubernamental con representantes de redes y organizaciones culturales comunitarias realizada en mayo de 2019, en Buenos Aires, Argentina

    Lea también:

    Reglamento de funcionamiento del Programa IberCultura Viva

    Red IberCultura Viva de Ciudades y Gobiernos Locales – Mecanismos de adhesión


    Concepto

    Cuando hablamos de políticas culturales de base comunitaria tomamos como referencia el programa Cultura Viva, creado en Brasil en 2004, y los programas Puntos de Cultura lanzados en Argentina (2011), Perú (2012), Costa Rica (2015), Uruguay (2017), Paraguay (2021) y Chile (2022). Sin embargo, son varias las iniciativas gubernamentales en Iberoamérica que apuestan a la cultura como vínculo fundamental para transformar realidades y buscan reconocer y potenciar las iniciativas culturales de las comunidades en los lugares donde ocurren.

    El concepto “cultura viva” surge con la experiencia brasileña de los Puntos de Cultura, pero existe en la práctica desde hace décadas en miles de comunidades de los países iberoamericanos. Cultura viva comunitaria es, por lo tanto, una expresión creada para dar nombre, sentido y visibilidad a dinámicas culturales que han surgido en la región. ¿Por qué viva? Porque es pulsante, mutante, diversa. ¿Por qué comunitaria? Porque es donde nace, donde se organiza. Y porque la idea es beneficiar prioritariamente a los pueblos, grupos y comunidades en situación de vulnerabilidad social y con reducido acceso a los medios de producción, registro, disfrute y difusión cultural.

    Desde abajo hacia arriba

    El programa Cultura Viva, transformado en política de Estado en Brasil en 2014, con la sanción de la Ley 13.018/2014, ha establecido nuevos parámetros de gestión y democracia, aplicando conceptos como “Estado-red” (Manuel Castells) y “Estado ampliado” (Antonio Gramsci). Teniendo como base de apoyo los Puntos de Cultura – o sea, las entidades o colectivos culturales reconocidos y certificados por el gobierno federal –, el programa apostó por un proceso desde abajo hacia arriba, dando fuerza y reconocimiento institucional a organizaciones de la sociedad civil que ya desarrollaban actividades culturales en sus comunidades.

    Con ese modelo de política pública, en vez de imponer acciones y conductas, el Estado reconoce la importancia de la cultura producida en cada localidad. En vez de imponer una programación cultural, reconoce y potencia las iniciativas culturales de la comunidad en el lugar donde ocurren, conforme sus necesidades y planes de trabajo. Autonomía y protagonismo social son palabras clave de ese proceso contínuo que inspira cada vez más países (y ciudades) en Iberoamérica.

    Cultura y territorio

    Se entienden por organizaciones culturales comunitarias aquellas que desarrollan una acción cultural, educacional y/o de comunicación popular vinculada a un determinado territorio, permanentemente y no directamente vinculadas al ámbito estatal o al mercado de bienes, productos y servicios culturales.

    Son “cultura viva” iniciativas desarrolladas en/por centros culturales, radios o televisión comunitaria, diarios barriales, grupos de teatro, danza, circo, artes visuales, grupos que trabajan con cine, literatura, rescate de identidad, saberes tradicionales, alternativas económicas solidarias y colaborativas… Son muchas las posibilidades de actuación en las comunidades, teniendo en vista el estímulo a la creatividad y el respeto a la dinámica local. Y es así, relacionando cultura y territorio, cultura e identidad, que se va construyendo una nueva historia de políticas públicas en el contexto iberoamericano.

    Lea también:

    PC = ( a + p ) r : La ecuación de la Cultura Viva, por Célio Turino


    Organización

    El programa IberCultura Viva cuenta con un Consejo Intergubernamental (CI) formado por representantes de los 12 países miembros: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, México, Paraguay, Perú y Uruguay. El Consejo Intergubernamental está presidido actualmente por Brasil, que detenta el mandato por tres años, hasta el inicio de 2027, a través de la Secretaría de Ciudadanía y Diversidad Cultural del Ministerio de Cultura. Brasil ejerció la presidencia del programa de 2014 a 2017; Argentina de julio de 2017 a diciembre de 2020, y México de diciembre de 2020 a marzo de 2024. En el actual mandato, la función de la vicepresidencia esta a cargo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile.

    El programa cuenta también con un Comité Ejecutivo (CE), que está integrado por cuatro países (Colombia, Costa Rica, México y Paraguay) y que acompaña a la Unidad Técnica en la ejecución de los trabajos. La Presidencia y la Unidad Técnica proponen el Plan Operativo Anual (POA) para su presentación, discusión y aprobación durante la reunión del Comité Intergubernamental.

    Cada uno de los países miembros contribuye con una cuota anual establecida para la participación en el programa. Los tres primeros años la administración del fondo fue realizada por la Organización de los Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI – Oficina Regional de Brasilia). A partir del segundo semestre de 2017 pasó a ser responsabilidad de la Secretaría General Iberoamericana, por medio de la Oficina Subregional del Cono Sur, con sede en Montevideo, Uruguay.

    Las funciones

    1.El Consejo Intergubernamental

    El Consejo Intergubernamental es la máxima autoridad del programa. Los representantes de los países miembros se reúnen en sesión ordinaria por lo menos una vez al año de forma presencial, y cuantas veces sea necesario por videoconferencia.

    Entre las funciones del CI se encuentran: a) definir los objetivos y líneas de acción del programa; b) aprobar el reglamento de funcionamiento; c) definir las funciones de la Unidad Técnica; d) examinar y aprobar las cuentas, el informe final de gestión, el Plan Estratégico, el Plan Operativo Anual (POA) y su correspondiente presupuesto; e) decidir sobre la renovación o finalización del programa al acabar su periodo de vigencia de tres años; f) colaborar en el desarrollo del Espacio Cultural Iberoamericano.

    2. La Presidencia

    La Presidencia es elegida por el CI entre los países que lo integran y tiene duración máxima de tres años. El programa también cuenta con una vicepresidencia, que actúa en caso de ausencia temporal de la presidencia, o en caso que ésta y/o el CI le deleguen otras funciones.

    La Presidencia tendrá como principales funciones: a) proponer al CI y planificar conjuntamente las acciones estratégicas del programa; b) coordinar, con el apoyo del Comité Ejecutivo, a la Unidad Técnica en la elaboración del Plan Operativo Anual; c) autorizar los desembolsos de recursos del POA aprobado; d) identificar y representar al programa en todo lo pertinente así como para obtener las fuentes de financiación procedentes de los países participantes; e) fomentar y fortalecer el intercambio de informaciones y actividades y la transversalidad con el conjunto de los programas de cooperación y con los otros organismos del sistema iberoamericano.

    3. El Comité Ejecutivo

    El Comité Ejecutivo está integrado por tres países participantes nombrados por el CI. Los miembros del CE serán elegidos por un periodo de dos años prorrogable por otro periodo consecutivo.

    Las responsabilidades del CE están asociadas a un seguimiento más cercano de la operación del programa. El CE debe apoyar a la Presidencia y a la Unidad Técnica en el cumplimiento de sus responsabilidades, inclusive en la elaboración del Plan Estratégico y del Plan Operativo Anual.

    4. La Unidad Técnica

    La Unidad Técnica tiene responsabilidad sobre la ejecución y coordinación técnica del programa. Debe preparar el Plan Estratégico Trienal (PET), el Plan Operativo Anual (POA) y el presupuesto correspondiente para su aprobación por parte del CI. El PET y el POA tienen que incluir todas las actividades para el año lectivo previstas dentro de las líneas de acción, de las convocatorias del programa y de los proyectos especiales, así como la distribución de los recursos del fondo para cada una de las actividades, convocatorias y proyectos contenidos en el mismo y su administración.

    Además, es responsabilidad de la UT preparar las convocatorias de ayudas del programa para su aprobación por el CI y posterior publicación y encargarse de su desarrollo, así como proponer al CI los indicadores de seguimiento y desarrollo del programa e impulsar la visibilidad del programa y la difusión de sus resultados.


    Equipo IberCultura Viva (Unidad Técnica)

    Para descargar: