Crecimiento sostenido, prioridades compartidas en formación y una nueva coordinación marcan una etapa clave de articulación entre instituciones educativas y comunitarias de la región
Cuando la educación se piensa como un territorio vivo, el diálogo deja de ser un trámite y se convierte en proyecto común. Con ese espíritu, el 22 de diciembre, la Red Educativa del Programa IberCultura Viva realizó la última reunión virtual del año que reafirmó su vocación de articulación regional, fortaleció acuerdos estratégicos y proyectó las principales líneas de acción para 2026.
El encuentro reunió a representantes de universidades, instituciones educativas comunitarias, enlaces técnicos nacionales y al equipo de la Unidad Técnica del Programa, provenientes de Brasil, Argentina, México, Ecuador y Paraguay. Más que una instancia formal, la reunión funcionó como un espacio de síntesis política y pedagógica sobre el sentido de la Red, su crecimiento reciente y los desafíos que se abren en el próximo año.
En la apertura, el Consultor en Redes y Formación, Diego Benhabib, destacó el ritmo de consolidación alcanzado por la Red, que en apenas ocho meses sumó 18 instituciones integrantes. “La Red se está construyendo desde la diversidad de trayectorias, saberes y prácticas. Cada institución trae un recorrido propio, y ese capital colectivo es el que permite pensar procesos formativos más situados, más vivos y más conectados con los territorios”, señaló, al subrayar la importancia del intercambio entre pares como uno de los pilares del trabajo en red.
Rutas para 2026
Durante la reunión se compartieron los principales acuerdos del Plan de Acción de la Red para 2026 y se presentó el Plan Operativo Anual aprobado por el Consejo Intergubernamental del Programa. Entre los ejes centrales, se reafirmó la formación como línea estratégica, con la proyección de un curso virtual curado por la propia Red, que reúna contenidos, metodologías y experiencias desarrolladas por las instituciones participantes. A ello se suma el apoyo a los procesos de formación impulsados por los países miembros y la realización de talleres de transferencia de conocimientos, poniendo en valor el saber acumulado por el Consorcio de Universidad Cultura Viva de Brasil.
La Secretaria Técnica del Programa, Flor Minici, puso en perspectiva el proceso colectivo que permitió llegar a este punto y el horizonte que se abre a partir de ahora. “Este espacio es el resultado de un trabajo sostenido, muchas veces invisible, en el que se construyeron estatutos, criterios de adhesión y acuerdos comunes con un fuerte compromiso. Todo ese camino comienza a materializarse en acciones concretas que se verán reflejadas con mayor fuerza a partir de 2026”, afirmó, destacando la transversalidad de la Red dentro de las líneas del POA del Programa.
Otro de los puntos relevantes fue la reafirmación del modelo de funcionamiento de la Red, organizado a partir de grupos de trabajo específicos, con objetivos y productos definidos, y con participación optativa según los intereses y disponibilidades de cada institución. Este formato busca garantizar flexibilidad, corresponsabilidad y una participación realista, respetando los distintos contextos institucionales y territoriales.
La reunión también permitió proyectar la participación de la Red en espacios estratégicos, como la TEIA 2026 y el 7º Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria, así como fortalecer la articulación con la Red de Ciudades y Gobiernos Locales del Programa. La apuesta es clara: construir sinergias entre redes para incidir de manera más sólida en las políticas públicas, los procesos de participación social y las prácticas formativas en la región.cando a transversalidade da Rede no conjunto das linhas do POA do Programa.

Nueva coordinación
En este marco de consolidación, uno de los momentos centrales del encuentro fue la elección de la nueva coordinación de la Red para el próximo año. De acuerdo con el estatuto aprobado, el modelo prevé instituciones coordinadoras con mandato anual, responsables de dinamizar el trabajo interno y actuar como vínculo directo con el Programa y con actores externos. Por consenso del pleno, fueron elegidos como coordinadores Diego Pigini, representante de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina y Joe Giménez, BioEscuela Popular “El Cántaro”, de Areguá, Paraguay.
Al asumir el rol, Diego Pigini, sintetizó el espíritu de la coordinación como una tarea colectiva orientada a impulsar procesos y sostener el movimiento de la Red: “una responsabilidad compartida que no se ejerce desde arriba, sino desde el compromiso cotidiano con las acciones acordadas”.
Al asumir la coordinación junto a Diego, Joe Giménez destacó el valor de la Red como un espacio de aprendizaje entre instituciones, intercambio de procesos y construcción. En ese marco, subrayó que la coordinación debe entenderse como una tarea de articulación y cuidado del trabajo colectivo, más que como un lugar de representación formal.
El cierre del encuentro estuvo marcado por un clima de reconocimiento mutuo y proyección compartida. Se acordó realizar una nueva reunión a inicios de febrero de 2026, considerando la intensa agenda prevista para el próximo año. Con ello, la Red Educativa reafirma su lugar como un espacio estratégico dentro del IberCultura Viva, orientado a fortalecer una educación enraizada en los territorios, en el intercambio de saberes y en la cooperación cultural iberoamericana.