30 diciembre 2025

La alianza público-comunitaria promovida por IberCultura Viva se prepara para nuevas siembras y cosechas en 2026. Reunido en Porto Alegre, los días 27 y 28 de noviembre, el Consejo Intergubernamental del Programa proyectó, desde el presente, los caminos que continúan orientando las políticas culturales de base comunitaria en Iberoamérica. La 15ª reunión consolidó los logros de 2025, aprobó el Plan Operativo Anual (POA) para 2026 y reafirmó una agenda común basada en la cooperación, la participación social y el fortalecimiento de las culturas que nacen y se sostienen en los territorios.

Desde el inicio, el encuentro estuvo atravesado por una perspectiva de futuro. Los debates señalaron la necesidad de fortalecer las redes, cualificar las convocatorias, ampliar los procesos formativos, valorar el papel de los gobiernos locales y construir instrumentos duraderos de reconocimiento y visibilización de las organizaciones comunitarias. Más que decisiones administrativas, el Consejo reafirmó opciones políticas que sitúan a la cultura viva comunitaria como un derecho, una política pública y una práctica cotidiana de transformación social.

Al realizar un balance del año y proyectar los próximos pasos, la presidenta del Programa, Márcia Rollemberg, destacó la madurez alcanzada por IberCultura Viva. Según señaló, “fue posible evaluar los logros de 2025 y proyectar 2026 a partir de una reunión muy productiva, con 14 países integrando el Programa, convocatorias que alcanzaron récords de inscripciones y resultados concretos en marcha”. Para Márcia, el Programa “viene implementando políticas de base comunitaria en los países, con redes expresivas de Puntos de Cultura que hacen que la cultura suceda en las comunidades y en los territorios”, materializando derechos culturales, integrando regiones e historias y contribuyendo a una Iberoamérica más inclusiva, justa y comprometida con la sostenibilidad y la justicia climática.

Márcia Rollemberg, presidenta del Programa | Foto: Carlos Macedo

Cooperación consistente, beneficios más allá de las fronteras
Este reconocimiento del recorrido colectivo también estuvo presente en las intervenciones de los países. La representante de España, Jazmín Beirak, subrayó que “IberCultura Viva se ha convertido en una referencia para nosotros, para nuestro Ministerio, no solo por su continuidad en el tiempo, sino por ser uno de los ejemplos más consistentes de organización de la cultura comunitaria y de apoyo a los puntos de cultura”. Esta afirmación refuerza el papel del Programa como referencia más allá de las fronteras y como espacio de aprendizaje para nuevas políticas de derechos culturales.

En los territorios, los impactos se traducen en redes más activas y procesos más arraigados. La representante de Paraguay, Estela Franceschelli, señaló que el Programa viene posibilitando “una dinamización muy significativa de los espacios y puntos de cultura más pequeños, así como de los colectivos sociales que trabajan desde la base del país”. Según explicó, esta presencia se extiende prácticamente por todo el territorio nacional y sostiene acciones de formación, economía cultural y compromiso solidario con las comunidades.

La continuidad y la participación activa fueron destacadas como factores decisivos para profundizar los resultados. En el caso de Uruguay, como recordó su representante Hernán Cabrera, “el programa ha sido fundamental en los últimos años, especialmente por los aprendizajes constantes en términos de gestión y por los beneficios de las convocatorias”. Este trabajo sostenido, de largo aliento, fortalece las políticas nacionales y amplía los efectos de las acciones en los territorios.

La experiencia de la República Dominicana evidenció el papel de IberCultura Viva como espacio de aprendizaje e intercambio. El representante Henry Mercedes destacó que 2025 fue “un año marcado por alianzas y crecimiento, especialmente en el ámbito formativo”, con gestores participando en procesos educativos, congresos y caravanas. Estos intercambios, sostuvo, regresan a los territorios como fortalecimiento organizativo y expansión de la cultura viva de base comunitaria a escala nacional.

Jazmín Beirak, representante de España | Fotos: Carlos Macedo

La representante de Costa Rica, Wendy Jiménez Ballestero, destacó que el Programa Puntos de Cultura se encuentra institucionalizado en el país, lo que representa un avance significativo en términos de política pública de base comunitaria. En ese marco, Wendy subrayó la importancia estratégica del trabajo conjunto con los Gobiernos Locales, entendiendo que es en el ámbito territorial donde las políticas culturales de base comunitaria pueden profundizar su impacto, fortalecer procesos organizativos y responder de manera más directa a las realidades locales.

El Consejo como un todo también reafirmó el papel estratégico de los gobiernos locales, reconociendo que es en los municipios y ciudades donde las políticas culturales toman cuerpo. Para Norma Cruz Hernández, enlace técnica de México, el Programa fue esencial tanto para la construcción de políticas nacionales como para el fortalecimiento de la cooperación regional. Destacó que “IberCultura Viva fue una pieza clave para la construcción de nuestro propio programa de cultura comunitaria” y que la inclusión de los gobiernos locales es central, ya que “es en los territorios donde todo nace”.

Estela Franceschelli, representante de Paraguay | Foto: Carlos Macedo

El futuro es ahora
En este sentido, las agendas de futuro aprobadas apuntan al fortalecimiento de la Red de Ciudades y Gobiernos Locales, la consolidación de la Red Educativa IberCultura Viva, la cualificación del Mapa como plataforma de articulación y visibilidad, y la implementación del Sello IberCultura Viva como instrumento de reconocimiento de las organizaciones comunitarias. También se avanzó en la definición de Grupos de Trabajo orientados a la participación social, la diversidad, la justicia climática y la conmemoración de los 20 años de la Carta Cultural Iberoamericana.

El apoyo institucional al 7º Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria, previsto para 2026, fue reafirmado mediante directrices claras, basadas en la autonomía de los movimientos, la responsabilidad en el uso de los recursos públicos, la transparencia y la gestión compartida. El Consejo destacó asimismo la importancia de fortalecer métricas, indicadores y estrategias de comunicación que amplíen la visibilidad y el impacto de las acciones del Programa.

Al cierre de la reunión, quedó claro que los compromisos asumidos para 2026 van más allá de la ejecución de acciones puntuales. La cooperación continúa fortaleciendo la cultura desde los territorios, profundizando la alianza público-comunitaria como fundamento de las políticas culturales de base comunitaria. Con redes más articuladas, instrumentos más robustos y una agenda común orientada por la diversidad, la justicia social y ambiental, IberCultura Viva sigue proyectando un futuro en el que la cultura es derecho, presencia viva y camino colectivo de transformación.

Haga clic aquí para leer el acta final firmada por las y los representantes de los países miembros.