16 abril 2025

Durante los días 8, 9 y 10 de abril, la Ciudad de México se convirtió en un gran centro de discusión sobre el derecho a la cultura.

Durante tres días, el Seminario Internacional Cultura Viva Comunitaria – Una Escuela Latinoamericana de Políticas Culturales transformó la Ciudad de México en un vibrante espacio de reflexión e intercambio sobre políticas públicas de cultura. Más de 300 participantes presenciales —entre especialistas, gestores públicos, investigadores, activistas y representantes de la sociedad civil— se sumergieron en una intensa programación con más de 20 actividades que colocaron a la cultura comunitaria en el centro de la agenda. Además, el evento contó con transmisión en línea, alcanzando más de 10 mil visualizaciones.

Inspirados en la experiencia brasileña de los Puntos y Pontones de Cultura y de la Política Nacional de Cultura Viva, los diálogos sobre la política de Cultura Viva Comunitaria reunieron voces de más de 13 países de América Latina e Iberoamérica. En el centro del debate, los caminos para fortalecer políticas culturales participativas, transformadoras y conectadas con las realidades locales.

“Este seminario fue cosecha y siembra. Cosecha de un proceso que comenzó hace 20 años con los Puntos de Cultura en Brasil y que hoy florece en muchos territorios de Iberoamérica. Una política pública viva, con más de 7.200 Puntos en todo el país, que une ancestralidad e innovación, sostenida por un Estado más interactivo – que escucha, camina junto a las comunidades y reconoce su protagonismo. Esta experiencia inspiró a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, España, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. La unión de estos países dio origen al Programa IberCultura Viva, que este año celebra 10 años de cooperación entre gobiernos y redes culturales”, destacó Márcia Rollemberg, presidenta de IberCultura Viva y secretaria de Ciudadanía y Diversidad Cultural del Ministerio de Cultura de Brasil.

El seminario inició a lo grande con la participación del antropólogo Néstor García Canclini, quien provocó al público en su conferencia inaugural titulada: “Desafíos de la Cultura Viva Comunitaria: del diálogo con las instituciones a las plataformas digitales”. Con su aguda visión, Canclini detalló cómo las redes sociales están moldeando nuevas formas de pertenencia y cómo la cultura comunitaria puede fortalecerse en los entornos digitales. A lo largo de su intervención, presentó ejemplos de iniciativas que, en diferentes territorios, utilizan la tecnología no como fin, sino como puente: conectando personas, amplificando voces y fortaleciendo redes. Un llamado a la acción para que instituciones y colectivos caminen juntos, del territorio a lo digital.

En el corazón del seminario, un encuentro transformador de formación e intercambio de saberes, se debatieron temas esenciales para la promoción y el fortalecimiento de la cultura. La resistencia de los pueblos originarios, el impacto del ciberespacio, la sacralidad, las matrices africanas e indígenas, el rol de la academia y la investigación, la ciudadanía, la democracia cultural, la sostenibilidad, la soberanía digital, la valorización de las acciones en los territorios, la diversidad y los saberes populares fueron solo algunos de los temas abordados. En conjunto, estos debates reafirman la cultura como un patrimonio colectivo que se construye a partir de las experiencias, vivencias y voces de cada comunidad.

Para cerrar, el historiador Célio Turino llevó al público a una verdadera inmersión en la Cultura Viva con la conferencia “No se puede detener el viento”. En una clase inspiradora, compartió la creación, el desarrollo, los conceptos y los objetivos de la política pública Cultura Viva, que revolucionó el hacer cultural en Brasil y se convirtió en una referencia mundial. Al reflexionar sobre la esencia del proyecto, Turino afirmó: “Cultura Viva es un concepto biológico que rompe con la idea de una cultura eurocéntrica; no es un eslogan, es una cultura natural y de pacificación. Hay una poética en su construcción, como se escribió desde 2004, es un proceso de encantamiento social, de ruptura con formas rígidas, a través de una escucha sensible y del respeto a la identidad y las diversidades”. Con palabras fuertes y llenas de significado, reafirmó este movimiento como un camino de transformación social basado en la escucha, el respeto y la valorización de la diversidad.

Un final que marca un nuevo comienzo: el cierre del seminario inaugura una nueva etapa para las políticas culturales en toda América Latina e Iberoamérica. La estructuración de una red colectiva dedicada al debate, la formación y la acción en el sector cultural es ya una realidad —colocando a la Cultura Viva Comunitaria en el centro de las prioridades, como explica Alexandre Santini, presidente de la Fundación Casa de Rui Barbosa (MinC), institución coorganizadora del seminario:

“Las políticas culturales que se han venido desarrollando desde hace dos décadas en América Latina, inspiradas en los Puntos de Cultura y en la Política Nacional de Cultura Viva de Brasil, han ganado fuerza y repercusión continental y mundial a partir del concepto de Cultura Viva Comunitaria. El Seminario nos permitió profundizar y reflexionar sobre estas experiencias, que hoy constituyen un repertorio común para el pensamiento, la implementación y la evaluación de políticas públicas culturales en el ámbito internacional. El resultado del Seminario es excelente en términos de adhesión, participación, profundidad de los contenidos debatidos y proyección hacia el futuro”.

El seminario fue promovido por el Instituto Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria y Redes de Gestión Cultural (RGC), en alianza con el Programa IberCultura Viva, la Fundación Casa de Rui Barbosa/MinC, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), el Lab Cultura Viva (Extensión UFRJ), la Cátedra Unesco de Políticas Culturales y Gestión (Brasil), y el Pontão de Cultura Areté (Brasil); con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Centro Cultural de España – Ciudad de México, Trànsit Projectes (España), RedLab y la Diputación de Barcelona (España).

Texto publicado originalmente en la página de Ministério da Cultura do Brasil